Hace poco hemos conocido la noticia de que Francia quiere prohibir los móviles en colegios y universidades. El ministro de Educación francés, Jean-Michel Blanquer ha confirmado que se van a prohibir los móviles en los colegios desde el próximo curso 2018-2019 porque considera que es una "cuestión de salud pública."
Hay quienes aplauden esta medida, pero también quienes consideran que no es una medida pragmática. En España, no somos tan tajantes, al menos de momento. Cada colegio impone su propio reglamento sobre el uso del móvil, algunos con prohibición total y otros permiten utilizarlos en casos puntuales como herramienta educativa bajo ciertas reglas. Nos preguntamos entonces, ¿deberían prohibirse los móviles en los colegios?
El móvil como herramienta educativa
La sociedad evoluciona y la tecnología es parte de nuestro día a día, y también del de nuestros hijos. En la actualidad, a los 12 años, tres de cada cuatro niños tienen un móvil, edad que coinicide con el comienzo de la secundaria. Esto significa que la mayoría de los niños asiste al colegio con un móvil en el bolsillo o en la mochila, salvo que el colegio los prohíba expresamente (y aún así muchos lo llevan).
Sin embargo, hay colegios que permiten su uso dentro del colegio, e incluso en las propias aulas como una herramienta educativa. Les permiten utilizarlos puntualmente en clase para buscar información e investigar.
Si tanto nos quejamos de que están pegados al móvil para jugar o chatear, cosas que no deberían hacer en el colegio ¿no sería buena idea que desde el colegio se les enseñe a utilizar el móvil como herramienta educativa? Visto de eso modo, la tecnología podría ayudar a modernizar y mejorar la enseñanza.
La plataforma Proyecta defiende el uso pedagógico del móvil y propone ideas, ventajas, retos y posibilidades para intregrarlo en las aulas como una herramienta más como pueden ser los ordenadores, las tabletas, los libros o las pinturas.
Así como nos ocupamos de gestionar el uso de las tecnologías en casa para convertirlo en una experiencia segura y positiva para nuestros hijos, el colegio también podría hacer lo mismo en el ámbito educativo.
El móvil para situaciones de emergencia
También es cierto que muchos niños van al colegio con el móvil por cuestiones de seguridad o por si surgiera una emergencia. Hay niños que van solos de casa al colegio, o que al salir del colegio van a otro sitio, y los padres necesitamos tenerlos localizados para poder llamarlos en cualquier momento cuando están fuera del colegio.
En esos casos, cada colegio pone sus propias normas de uso. La mayoría prohíbe que se utilicen en horario lectivo, pero sí en los recreos. Otros los prohíben durante todo el día, y otros directamente los confiscan en horario lectivo y los entregan a los niños al acabar el día.
El móvil como distracción
El principal argumento para prohibir el móvil en los colegios es la distracción que les genera estar mirando la pantalla en lugar de prestar atención a lo que sucede en clase.
Precisamente uno de los problemas en las aulas es conseguir que los niños presten atención, por lo que si además se permitiera el uso del móvil sin ningún tipo de control, sería el caos.
Y fuera de las aulas, una de las contras es que perjudique las relaciones personales con los compañeros por estar más pendientes de la comunicación digital que de la presencial. Por no hablar del peligro que puede tener el uso del móvil para los casos de ciberacoso.
¿Qué dicen los estudios?
El asunto toma tal relevancia en la educación, que hay investigadores que se han dedicado a analizar el uso de los móviles en los colegios, y su relación con los resultados académicos.
Según un estudio de la London School of Economics realizado con 130 mil alumnos de 16 años, las escuelas que prohíben a los estudiantes llevar los teléfonos a clase han visto una clara mejora en los resultados de las pruebas académicas.
"Descubrimos que el impacto de prohibir los teléfonos a estos estudiantes equivale a una hora adicional de clases por semana, o a aumentar el año escolar en cinco días", según los investigadores Richard Murphy y Louis-Philippe Beland. Sin embargo, agregaron que su estudio no significa que los teléfonos y otras tecnologías no puedan utilizarse para mejorar el aprendizaje.
Por su parte, la pedagoga Esther Galicia, sostiene que "prohibir el uso de ciertas tecnologías por miedo a la distracción realmente no tiene mucho sentido. Pero usarlas en clase debe ser eso: hacerlo como herramienta, con una formación previa de los docentes, unas normas claras del uso y unos tiempos para cada cosa".
¿Prohibir o no prohibir el móvil en las aulas?
Entonces, ¿qué sería lo mejor? Ver el móvil como un enemigo del aprendizaje se contradice con la era tecnológica en la que vivimos, sin embargo también creo que la libertad total de uso del móvil sin ningún tipo de control creo que como en todo, el sentido común es clave a la hora de decidir si se prohíbe o se permite el uso del móvil en los colegios, y si se permite bajo qué normas.
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