Fumar es uno de los vicios permitidos por la sociedad (aunque cada vez menos) que más problemas puede ocasionar a la salud, tanto propia, como del feto si la mujer está embarazada.
Es por ello que en el momento en que se conoce el embarazo aparecen las recomendaciones de dejar el tabaco cuanto antes (de hecho se recomienda dejarlo unos meses antes, si hay intención de tener un hijo), consejo que algunas mujeres consiguen seguir, pero que otras muchas no.
Se calcula que un 30% de las mujeres sigue fumando durante las primeras semanas del embarazo, pese a los riesgos que ello conlleva. Me viene incluso a la cabeza una conocida cantante, Bebe, que declaró en su quinto mes de embarazo que no tenía intención de dejar de fumar.
A raíz de estos datos os hago esta pregunta: ¿Conseguiste dejar de fumar en el embarazo?
Riesgos de fumar durante el embarazo
Sé que de los riesgos del tabaco durante el embarazo se ha hablado largo y tendido en Bebés y más, pero quiero enumerar dichos riesgos de nuevo porque no son pocos, precisamente:
- Fumar afecta al crecimiento del bebé: cuando una mujer fuma un cigarrillo el riego sanguíneo de la placenta disminuye durante 15 minutos aumentando la frecuencia cardíaca. El monóxido de carbono inhalado hace que el feto reciba un 40% menos de oxígeno. Todo ello afecta al crecimiento del bebé (y si eso pasa con un solo cigarro, imaginad a una mujer que fuma 5 cigarros al día durante 9 meses. Habrá fumado 1400 cigarrillos…).
¿Es peor la ansiedad de dejarlo que seguir fumando?
Algunos ginecólogos y algunas comadronas aconsejan dejar de fumar a las madres embarazadas, aunque añaden que, como es peor la ansiedad que genera el dejar de fumar, casi mejor disminuir el número de cigarros, sin llegar a dejarlo.
Lo cierto es que es difícil responder a la pregunta, ya que todo dependerá del grado de dependencia de cada mujer. Para algunas mujeres la ansiedad será relativamente poca y podrá superar el síndrome de abstinencia con un poco de apoyo (o sin él) y para otras será imposible soportar dicha ansiedad.
Sin embargo, nadie dice que una mujer embarazada tenga que dejar de fumar ella sola, sin la ayuda de nadie, así que lo ideal es tener apoyo y ayuda profesional y personal en casa.
En cualquier caso creo que la futura llegada de un hijo es algo muy serio y este comentario de ginecólogos y comadronas abre una puerta demasiado grande (que debería evitarse) al “me dijeron que era peor el remedio que la enfermedad y que, en mi caso, mejor no dejar de fumar”.
Fotos | Flickr – Vanessa Pike-Russell, Polina Sergeeva
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