Cuando comenzaron a aumentar los contagios de coronavirus y nos confinamos en casa, se creía que podría haber un baby boom tras la pandemia, por aquello de que "el roce hace al cariño". Algunas teorías señalaban que las parejas, al pasar más tiempo juntas de lo habitual, podrían querer concebir un bebé. Pero todo lo contrario. De hecho, parece que habrá más rupturas y divorcios que nacimientos en los próximos meses.
En Italia, el primer país afectado gravemente en Europa por la pandemia del coronavirus, se ha realizado una investigación sobre el posible baby boom y la pandemia. La Universidad de Florencia llevó a cabo 1.482 entrevistas que revelan que el 81,9 % de las personas no planean concebir durante la crisis del COVID-19.
El deseo de ser padres en plena pandemia
Los resultados, publicados en el 'Journal of Psychosomatic Obstetrics and Gynecology', señalan además que de los 268 participantes que tenían intención de tener un bebé antes de la pandemia, más de un tercio (37,3%) abandonó la intención. Las principales razones que llevaron a las personas a esta decisión incluyeron preocupaciones relacionadas con futuras dificultades económicas (58%) y cualquier posible consecuencia sobre el embarazo (58%) debido a la enfermedad.
La encuesta fue realizada durante la tercera semana del encierro en Italia. Se encuestaron a 944 mujeres (63,7%) y 538 hombres (36,3%) con edades de entre 18-46 años, y en una relación heterosexual estable durante al menos doce meses. La autora del estudio, doctora Elisabetta Micelli, del Centro de Tecnologías de Reproducción Asistida, sugiere que el bienestar mental durante el encierro tuvo un impacto en el deseo de tener un bebé.
"El impacto de la cuarentena en la percepción de la población general de su estabilidad y tranquilidad es alarmante. En nuestra muestra de estudio, la mayoría de los participantes dieron puntuaciones totales significativamente más altas a su bienestar mental antes de la pandemia, mientras que las puntuaciones más bajas se informaron en las respuestas referidas a el período de COVID-19".
"Nuestro objetivo era evaluar si las preocupaciones y preocupaciones relacionadas con la pandemia están afectando el deseo de ser padres en parejas que ya estaban planeando tener un hijo o si la cuarentena fomenta el deseo reproductivo --explica--. Lo que encontramos las principales razones que llevaron a las personas a no querer concebir incluyeron preocupaciones relacionadas con futuras dificultades económicas y consecuencias sobre el embarazo", señaló la doctora.
Por qué la pandemia por el Covid no es el mejor momento para concebir
La mayoría de las parejas coincide en que una pandemia no es el mejor momento para buscar un bebé, y hay detrás diversos motivos de peso:
- Es sexo es más propicio en épocas de alegría que de bajón: todos recuerdan el baby-boom en España tras el gol de Iniesta en el mundial. Aquí fue la euforia, más que el roce, la que hizo al cariño. El confinamiento en sí mismo no produce que la gente tenga más relaciones sexuales, sino que tiene que haber un entorno que propicie ese deseo. Y precisamente una pandemia, no es la mejor situación.
- Las preocupaciones sobre el embarazo: además de las preocupación por el riesgo de contagio propio y de los seres queridos durante la pandemia, se suma la preocupación por cómo podría afectar el virus al bebé en el embarazo. Es un virus relativamente nuevo sobre el que apenas se tienen certezas y las parejas prefieren esperar a saber si es seguro o no concebir.
- Las preocupaciones económicas: de la mano de crisis sanitaria viene una crisis económica. La situación laboral de muchas personas ha cambiado de un día para el otro y no quieren arriesgarse a traer un hijo al mundo hasta no tener mayor estabilidad.
Por todo esto, todo parece indicar que no habrá un "baby boom" para finales de 2020 y comienzos de 2021 como se preveía en un primer momento. La situación ha sido mucho más grave de lo que se creía al principio y las ganas han ido mermando a medida que avanzaba la pandemia.
Es posible que algunas parejas no se hayan visto afectadas y hayan decidido ponerse manos a la obra. Para el resto, cuando todo esto pase, y haya más certezas que dudas, y mayor estabilidad a todos los niveles, las parejas volverán a pensar en traer un bebé al mundo.
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