La paradoja de la región beta o por qué hay quien prefiere quedarse y aguantar una relación mediocre antes que romper

La paradoja de la región beta o por qué hay quien prefiere quedarse y aguantar una relación mediocre antes que romper
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Te sientes inconforme con tu trabajo, pero cuando te pones a analizar qué es lo que te molesta, encuentras que no son cosas tan graves como para ponerte a pensar en renunciar o cambiar de trabajo y, aunque pueden ser un poco fastidiosas, puedes tolerarlas.

O tal vez sientes que tu relación amorosa no es lo que esperabas, pero aunque hay algunas cosas sobre tu pareja que no te encantan, también tiene varias cualidades positivas y recuerdas, después de todo, que nadie es perfecto.

¿Te has identificado con alguno de estos escenarios? Si es así, probablemente has experimentado un fenómeno psicológico conocido como la paradoja de la región beta.

"No es tan malo, así que puedo tolerarlo"

Cuando nos encontramos con algo que nos resulta molesto o incómodo, pero pensamos que "no es tan malo" y por ende optamos por permanecer en la misma situación en vez de actuar o hacer algo al respecto, nos encontramos en la denominada región beta.

La principal razón por la que solemos caer en esto, es porque pensamos que son cosas, molestias o inconvenientes tan pequeños, que pueden ser fácilmente toleradas y que no nos afectarán tanto. Pero la paradoja es que estos "pequeños malestares", muchas veces terminan haciéndonos más daño por no hacer nada respecto a ellos.

Lo que sucede, y que no nos damos cuenta en el momento en el que pensamos que son cosas sin mucha importancia, es que a largo plazo esas pequeñas cosas pueden afectarnos incluso más que otros problemas o molestias mucho mayores, por el simple hecho de no actuar y por un error en nuestra forma de pensar.

Este fenómeno de la paradoja de la región beta fue estudiado e ilustrado por primera vez en un estudio científico titulado The Peculiar Longevity of Things Not so Bad (que se traduciría como "La peculiar longevidad de las cosas no tan malas"). De acuerdo con esta investigación, a veces podemos recuperarnos más rápidamente de experiencias más angustiosas o grandes que de las que lo son menos.

Uno de los ejemplos que mencionan en ese estudio para explicar la paradoja de la región beta, es nuestra reacción ante una lesión. Por ejemplo, es más probable que si tenemos una lesión grave (como un hueso roto) busquemos atención médica para atendernos, lo que aceleraría su recuperación. En cambio, si la lesión es algo leve (como un dolor de rodillas), probablemente no le demos mucha importancia, pero a largo plazo esta "pequeña" molestia termina incomodándonos por mucho más tiempo.

Algo similar ocurre con el ejemplo que mencionamos en el titular. Si supiéramos que nuestra pareja nos ha engañado o estuviéramos en una situación de violencia, probablemente no pensaríamos dos veces en dejar la relación. Pero cuando pensamos que las cosas "no van tan mal", tendemos a continuar en esa situación aunque haya cosas que nos molesten o incomoden, en vez de buscar una pareja mejor o una relación que genuinamente nos haga más felices.

Lo que esta paradoja revela es un sesgo cognitivo en el que muchos hemos caído al tomar decisiones: pensamos -erróneamente- que las molestias mayores siempre durarán más que las menores. Pero mientras las mayores nos pueden empujar a la acción, en el caso de las menores no solemos hacer nada y terminan alargándose mucho más.

Desde luego, esto no quiere decir que ante el mínimo inconveniente renunciemos a nuestro trabajo o dejemos a nuestra pareja, pero ser conscientes de la paradoja de la región beta nos sirve para ser más conscientes y meditar sobre las cosas que nos molestan, tanto para tomar mejores decisiones como para actuar ante las cosas que nos incomoden.

Foto de portada | Eternal Sunshine of the Spotless Mind

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