Son muchos los mitos en torno a los antojos en el embarazo. Ese deseo irrefrenable de comer o beber algo en concreto puede ocurrir en cualquier momento, pero se potencia durante el embarazo. De hecho, una de cada cuatro mujeres embarazadas afirma haber tenido antojos en algún momento de la gestación.
Pero, ¿qué hay detrás de los antojos, qué los provoca? Un estudio liderado por investigadores del Instituto de Investigación Biomédica August Pi i Sunyer (IDIBAPS) ha identificado los mecanismos neuronales responsables de los antojos durante el embarazo.
Los resultados del trabajo, realizado sobre hembras de ratón y publicados en la revista Nature Metabolism, han demostrado que durante el embarazo, el cerebro experimenta cambios en las conexiones funcionales de los circuitos de recompensa, así como de los centros gustativos y sensoriomotores.
La dopamina, responsable de los antojos
Al igual que las mujeres embarazadas, las hembras de ratón son más sensibles a los dulces y desarrollan conductas de ingesta compulsiva de alimentos calóricos.
"La alteración de estas estructuras nos llevó a explorar la vía mesolímbica, una de las rutas de transmisión de señales de las neuronas dopaminérgicas. La dopamina es un neurotransmisor clave en los comportamientos de motivación o deseo", señala Marc Claret, líder del grupo de Control neuronal del metabolismo del Instituto de Investigación Biomédica August Pi i Sunyer (IDIBAPS).
Los investigadores observaron que los niveles de dopamina, así como la actividad de su receptor D2R, aumentaban en el núcleo accumbens, una región cerebral implicada en el circuito de recompensa.
"Este hallazgo sugiere que el embarazo induce una reorganización completa de los circuitos neuronales mesolímbicos, a través de las neuronas DR2", señala Roberta Haddad-Tóvolli, investigadora del equipo. "Asimismo, estas células neuronales, y su alteración, también serían las responsables de la aparición de los antojos, ya que la ansiedad por la comida, típica del embarazo, desapareció después de bloquear su actividad".
Durante el embarazo, el cerebro experimenta cambios en las conexiones funcionales de los circuitos de recompensa, así como de los centros gustativos y sensoriomotores
Consecuencias de los antojos en el bebé
Los investigadores encontraron que los antojos persistentes durante el embarazo tienen consecuencias para la descendencia.
En concreto, afectan a su metabolismo y al desarrollo de los circuitos neuronales que regulan la ingesta de alimentos, lo que provoca aumento de peso, ansiedad y trastornos alimentarios.
"Estos resultados son sorprendentes, ya que la mayoría de estudios se centran en analizar cómo los hábitos permanentes de la madre, como la obesidad, la desnutrición o el estrés crónico, afectan a la salud del bebé. Sin embargo, nuestro trabajo indica que basta con conductas cortas, pero recurrentes como los antojos, para aumentar la vulnerabilidad psicológica y metabólica de la descendencia", concluye Claret.
Las conclusiones podrían contribuir a mejorar las guías clínicas nutricionales para embarazadas, a fin de asegurar una adecuada nutrición prenatal y prevenir la aparición de enfermedades.
“Actualmente no sabemos si estos resultados observados en el modelo de ratón son extrapolables a los humanos. Pero, en cualquier caso, recomendaríamos moderar los episodios de antojos durante la gestación para minimizar posibles efectos negativos sobre la descendencia”, concluye el experto.
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