Nace en Colombia una bebé con su hermana gemela dentro de su abdomen: un extraño caso de "fetus in fetu"

Itzamara nació mediante cesárea en un hospital de Colombia, albergando en su vientre el feto pequeño y medio formado de su hermana gemela. Este extraño fenómeno se conoce como "fetus in fetu", y según los médicos que la atendieron tiene lugar en uno de cada 500.000 o incluso un millón de nacimientos.

Para poder extraer el feto del cuerpo del bebé, los médicos tuvieron que practicar a Itzamara una cesárea a las 24 horas de nacer. Por suerte la operación salió bien y la pequeña se recupera en casa con sus padres, pero su caso ha dado la vuelta al mundo.

Un caso doblemente excepcional

El tercer embarazo de Mónica estaba transcurriendo con normalidad, hasta que en una ecografía de control en el séptimo mes, los médicos vieron algo que captó su atención. Se trataba de un punto blanco dentro del abdomen del bebé, que en realidad era otro feto con su saco amniótico y su cordón umbilical.

Es decir, Mónica estaba embarazada de una niña que a su vez albergaba en su interior otro feto; el de su hermana gemela que no había podido desarrollarse correctamente.

Este extraño fenómeno, conocido como "fetus in fetu" o gemelo-parásito, tiene lugar tras la fecundación, durante el proceso de división de las células. La segmentación de las dos células que darán lugar a los fetos no se produce como debiera, haciendo que un embrión absorba al otro durante el crecimiento.

Es decir, uno de los gemelos no solo no se desarrolla en el momento adecuado, sino que tampoco lo hace en el lugar indicado, beneficiándose de la circulación fetal de su hermano para poder seguir viviendo.

"Fetus in fetu", captura de pantalla del programa Los Informantes

En el caso de Itzamara, su gemela se estaba desarrollando dentro de su cavidad abdominal, y aunque no había desarrollado cerebro ni corazón, sí poseía extremidades, cabeza y se alimentaba de su hermana mediante un rudimentario cordón umbilical.

Según la literatura científica, este fenómeno tiene lugar en uno de cada millón de nacimientos, pero lo que hace doblemente excepcional el caso de Itzamara es el momento del hallazgo. Y es que en la mayoría de las ocasiones el descubrimiento no se hace durante el embarazo, sino en los primeros años de vida del niño, al apreciarse un crecimiento anómalo de su vientre que inicialmente se confunde con una masa tumoral.

Tuvieron que practicar una cesárea a la recién nacida

Tras el hallazgo, el embarazo de Carolina pasó a estar muy controlado, pues aunque la gemela-parásito no crecía ni se desarrollaba al mismo ritmo que Itzamara, los médicos debían vigilarlo ya que podía comprometer la vida de la bebé.

Por ello, decidieron practicar una cesárea a la madre en la semana 37, y tras comprobar que el estado de salud de la recién nacida era bueno, procedieron a realizarle también a ella la misma intervención para extraerle el feto sin desarrollar de su hermana.

El programa de televisión "Los Informantes" se ha hecho eco de este excepcional caso, entrevistando a la madre y a los médicos que han hecho posible que todo haya acabado bien. Y es que a pesar de la excepcionalidad de los hechos, la pequeña Itzamara ya se recupera en casa con su familia.

Foto de portada | Captura de pantalla de "Los informantes"

Vía | 20 Minutos

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