Las separaciones nunca son fáciles. Las rupturas, aunque fueran deseadas o acordadas por ambas partes, nos abocan, irremediablemente, en un proceso de duelo. Lógicamente, hay rupturas más complicadas que otras, y esto dependerá de múltiples factores.
Pero cuando una está embarazada y debe afrontar una separación, este proceso puede volverse aún más complejo. Se rompen las expectativas de una vida que hemos construido en nuestra mente, un proyecto en común y, en definitiva, la vida que habíamos proyectado en torno a esa persona, formando una familia.
Aunque no siempre tiene por qué ser así; todo dependerá de cada pareja y familia. ¿Cómo afrontar una separación estando embarazada?
Separaciones en España: 16,5 años de media casados
Según datos del INE (Instituto Nacional de Estadística), la edad media en España a la hora de poner fin a un matrimonio se sitúa a los 45 años, y la duración de los mismos gira en torno a los 16,5 años de media. En 2021, 90.000 parejas decidieron poner fin a su historia a través de nulidades, separaciones y divorcios.
Sin embargo, la tendencia en 2022 va a la baja y se espera que esa cifra se reduzca. Así, es una realidad que puede suceder; separarnos antes de lo que esperábamos (antes incluso que esa edad media), estando embarazadas.
Lo cierto es que hay muchas parejas que se separan jóvenes, pero claro, cuando existe un bebé en camino, la situación se vuelve aún más compleja.
Cómo afrontar la separación de una pareja estando embarazada
No es fácil transitar esta situación, pero también es cierto que, ante situaciones de crisis vitales, sacamos esas fuerzas que pensamos que no teníamos para afrontar algo que tampoco esperábamos vivir.
Quizás teníais un proyecto de vida común muy bien definido, deseado desde hacía años, o quizás nunca pensasteis en un futuro juntos. Quizás estabais fenomenal y esta separación no te la esperabas, o quizás has sido tú la que ha tomado la decisión.
Está claro que las situaciones pueden adquirir mil matices diferentes y que cada persona vivirá su propia realidad. Por ello, con este artículo no pretendemos generalizar, sino arrojar un poco de luz a este proceso con algunas reflexiones para que sea lo más transitable y sanador posible.
Vuestro hijo, vuestra prioridad
Es importante que en estos procesos nos focalicemos en nuestro hijo y en su bienestar. Y para ello, debemos también cuidarnos nosotras, que le estamos dando vida.
Así, es importante ponerse de acuerdo con la ex pareja y resaltar en todo momento que la prioridad será vuestro hijo, independientemente de que vosotros tengáis más o menos rencor el uno hacia el otro u os llevéis mejor o peor. El bienestar de esa criatura tiene que prevalecer sobre vuestros desencuentros. Por ello, tened la charlas que necesitéis para planificar la llegada del bebé y la crianza, poner vuestras condiciones, reglas, acuerdos, etc., siempre en beneficio de esa criatura.
Un vaivén de emociones
Ello no quita que, lógicamente, tú también seas importante. Estás transitando una etapa muy complicada por doble partida; por un lado, estás embarazada, y por el otro, te acabas de separar. No es fácil iniciar un duelo por la ruptura a la vez que nos emocionamos y nos ilusionamos por la nueva vida que está por llegar.
Y es posible que un proceso "tape" al otro, y sientas que la separación está haciendo sombra a todas esas ilusiones que tenías. Es normal que te sientas confundida, decepcionada, enfadada, triste... pero también ilusionada, alegre...
La realidad es que las emociones aparentemente contrarias pueden convivir en el tiempo. Déjate sentir, entiende que estás en una situación excepcional y que con el tiempo, todo se irá recolocando, aunque ahora no lo sientas así.
Reorganizando una nueva realidad
Como decíamos, estás transitando dos realidades que podemos sentir como opuestas; por un lado, la llegada de una nueva vida, y por el otro, el final de una etapa, una separación, una pérdida. Sin embargo, las dos realidades nos abocan a un punto en común, y es el de un nuevo comienzo.
Los comienzos no son fáciles, y por ello seguramente deberás tomar muchas decisiones ahora: dónde vivir, con quién, cómo gestionar la llegada del bebé, temas legales, etc. Tómate tu tiempo para ir tomando estas decisiones, que te ayudarán a aceptar la nueva realidad, a integrar los cambios y a reorganizar tu vida.
Busca red y sostén
La familia y los amigos son fundamentales en esta etapa. Debemos intentar evitar aislarnos, aunque nos sintamos desbordadas por la situación. Por ello, en este momento tan difícil es importante que busques soporte y acompañamiento, tanto de tu familia como de tus amigos. Y de un psicólogo si sientes que lo necesitas.
Comparte cómo te sientes, pide ayuda a los tuyos. Y recuerda que esta ayuda puede ser emocional pero también logística o económica. Es momento de dejarse cuidar y ayudar por los que nos quieren, más que nunca. ¡Te lo mereces!
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