Un nuevo análisis de sangre identifica un embarazo de alto riesgo por complicaciones en la placenta gracias a la nanotecnología

Identificar de manera precoz un embarazo de riesgo puede significar salvar la vida del bebé o incluso de la madre, ya que en estos casos los ginecólogos siguen más de cerca la evolución de la gestación y se realizan más pruebas para actuar en caso necesario.

De ahí que los investigadores centren sus estudios en desarrollar nuevos métodos de diagnóstico prenatal, cada vez más precisos y en las primeras semana de gestación. El último avance llega de la mano de investigadores de la Universidad de California-Los Ángeles (UCLA) y el Hospital Cedars-Sinai (Estados Unidos), que han desarrollado un dispositivo nanotecnológico capaz de detectar mediante un simple análisis de sangre una complicación potencialmente mortal durante el embarazo: el trastorno del espectro de placenta acreta.

Puede realizarse en el primer trimestre de embarazo

El trastorno del espectro de la placenta accreta se da cuando la placenta crece demasiado profundamente en la pared uterina y no se desprende del útero después del parto. Por tanto, puede provocar una pérdida significativa de sangre durante el embarazo y el parto, lo que requiere transfusiones de sangre y cuidados intensivos, pudiendo llegar a provocar enfermedades e infecciones graves e incluso puede ser mortal para la madre.

Se produce en menos del 0,5% de los embarazos y, actualmente, se diagnostica mediante una ecografía en combinación con una evaluación de los antecedentes del embarazo de la madre. Por ejemplo, un parto anterior por cesárea y un historial de placenta previa, una afección en la que la placenta que cubre el canal del parto, pueden indicar un mayor riesgo. Pero estos factores por sí solos no suelen ser lo suficientemente fiables como para detectar otros casos que no sean los más graves.

La nueva investigacion, publicada en la revista ‘Nature Communications’, explica este método que incluye un nuevo análisis de sangre que puede realizarse ya en el primer trimestre de embarazo, lo que permite derivar pronto a los médicos especializados en embarazos de alto riesgo.

La doctora Yalda Afshar, profesora adjunta de obstetricia y ginecología de la Facultad de Medicina David Geffen de la UCLA, y coprimera autora del estudio, explica la importancia de la "detección precoz y precisa de este problema obstétrico de muy alto riesgo puede mejorar en gran medida los resultados tanto para la madre como para el bebé":

"Dada la escasa fiabilidad de los métodos actuales de cribado de la placenta accreta, vimos la necesidad imperiosa de crear un cribado fácil de aplicar que pudiera llevarse a cabo al principio del embarazo en todos los entornos sanitarios, independientemente de los recursos de que dispusieran las pacientes."

Un dispositivo nanotecnológico es la clave

El nuevo método utiliza una tecnología denominada NanoVelcro Chip, desarrollada durante los últimos 15 años por los doctores Yazhen Zhu y Hsian-Rong Tseng, profesores de farmacología molecular y médica de la Universidad de UCLA. Según explican los investigadores este chip, creado originalmente para detectar células tumorales en personas con cáncer, es un dispositivo del tamaño de un sello de correos con nanocables que son 1.000 veces más finos que un cabello humano y están recubiertos de anticuerpos que pueden reconocer células específicas.

Para realizar este estudio, adaptaron el chip para que pudiera detectar las células de la placenta en la sangre de la madre que están relacionadas con el trastorno del espectro de la placenta acreta. Esas células, llamadas trofoblastos, aparecen en los primeros días del embarazo.

Según explican los expertos, cuando se analiza una muestra de sangre con el chip, los trofoblastos (un grupo de células que forman la capa externa del blastocisto, que provee nutrientes al embrión y se desarrolla como parte importante de la placenta, puesto que al tercer mes de la gestación este recibirá el nombre de placenta), se adhieren a él y pueden detectarse al microscopio. Por tanto, un recuento anormalmente alto de trofoblastos o un grupo de trofoblastos en la sangre indica un riesgo elevado de trastorno de placenta acreta. De hecho, la doctora Yazhen Zhu, uno de los autores del estudio, explica que "ver un grupo de trofoblastos por primera vez fue como contemplar perlas brillantes".

"Cuando vimos las células en el microscopio, nos pareció que teníamos una visión directa de la placenta durante el embarazo".

La doctora Margareta Pisarska, profesora de obstetricia y ginecología del Hospital Cedars-Sinai y coautora del estudio, dijo que el enfoque multidisciplinar del equipo de investigación fue la clave del éxito del estudio.

"La eficacia de esta prueba y la solidez de nuestro trabajo se deben a la unión de expertos de muchas disciplinas, como la obstetricia, la nanotecnología, la patología, la ingeniería, la química, la microfluídica y la bioestadística". "La diversidad de nuestro equipo nos permitió crear una solución innovadora para mejorar los resultados maternos y neonatales".

Ahora, estos investigadores están trabajando para encontrar nuevas formas de perfeccionar la prueba para mejorar su precisión y fiabilidad.

Vía | Universidad de California en Los Ángeles (UCLA)

Fotos | iStock

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