El embarazo es una de las experiencias más complejas que podemos vivir como mujeres. Y es que, es una etapa en la que nos vemos inundadas por toda clase de emociones al ver que nuestro cuerpo se transforma para darnos un bebé, lo que nos hace llenarnos de ilusión pero también, de muchas dudas y miedos.
Durante el embarazo, todos esos cambios son visibles en nuestro cuerpo pero, ¿qué hay de nuestras emociones? ¿Es normal lo que pensamos y sentimos? Te contamos hoy acerca de esa montaña rusa de emociones que puedes sentir durante el embarazo.
Una etapa llena de cambios
El embarazo es una verdadera montaña rusa de emociones gracias al efecto de las hormonas en nuestro estado de ánimo y a los cambios que vemos en nuestro cuerpo mes tras mes. Y es que, ¿cómo no sentirnos así, con lo mucho que cambiará nuestra vida en los próximos meses y años?
Desde el momento en el que sabemos que estamos esperando un bebé, las emociones comienzan a manifestarse y a invadirnos poco a poco, una a una. Por un lado, podemos estar llenas de ilusión, felices y emocionadas por este nuevo embarazo. Y por otro, podemos estar temerosas y nerviosas por esta nueva aventura que hemos comenzado.
En el transcurso del embarazo, nuestro cerebro va experimentando diversos cambios, que nos ayudarán para cuidar mejor al bebé cuando este llegue. Hace tiempo compartíamos cómo con estos cambios en el embarazo, la parte racional de nuestro cerebro se ve ligeramente disminuida para volvernos más empáticas y más responsables con nuestros bebés.
Esto hace que sin duda durante el embarazo nos volvamos más sensibles y percibamos muchas cosas de manera distinta. Habrá ocasiones en las que lloraremos por razones muy tontas o nos alegrarán cosas que en otras circunstancias podrían parecernos insignificantes.
Tus emociones se vuelven un lío
Además de ese aumento en la sensibilidad, nos puede pasar algo con lo que muchas nos sentimos confundidas: los cambios extremos de humor de un momento a otro. Y es que con las hormonas a tope, es de esperarse que tengamos esa montaña rusa de emociones.
Un día, podemos despertarnos con mucha alegría, radiantes con nuestra barriguita de embarazada y muy esperanzadas con el futuro que está por venir y pensamos cosas somo: "no puedo esperar para conocer a mi bebé" o "me siento de maravilla". Otro día, sin embargo, desde el momento en el que ponemos un pie fuera de la cama estamos apáticas, desganadas y hasta tristes. "Qué mal me veo", "desearía no sentirme tan mal" o "quisiera poder hacer esto o aquello", son algunos de los pensamientos que podemos tener. Todo nos parece agobiante, nos sentimos cansadas y nos encontramos repentinamente llorando en una tarde cualquiera.
Si te sientes identificada con estos ejemplos, no te agobies, que todos esos cambios en tu estado de ánimo son completamente normales. Muchas madres se sienten culpables por no sentirse radiantes y felices durante todo su embarazo, pero lo cierto es que cada mujer lo vive de manera diferente, y para muchas, no es la experiencia bonita que esperaban. Así que sí, es normal sentirte mal o sentirte desanimada de vez en cuando, especialmente si durante tu embarazo se presenta alguna complicación.
Te cuento mi caso en particular. Cuando estaba embarazada de mi hija, me encontraba llena de ilusiones, ¡por fin sería madre! Pero había leído tantas cosas acerca de lo maravilloso que era el embarazo, que cuando tuve que permanecer en cama cerca de mes y medio debido a una complicación, me sentía fatal. Me derrumbé y pensé: "¿por qué me pasa esto a mí? ¿por qué no puedo tener un embarazo bonito como todas?". Quizás tú también llegaste a tener estos pensamientos, un tanto negativos e impulsados por nuestras hormonas de mujeres embarazadas.
En mi caso, aunque estaba llena de temores al final todo salió bien, pero sé de mujeres que recuerdan sus embarazos como el peor momento de sus vidas, y no es motivo para sentirse mal ni culpables. ¡Cada quién lo vive diferente! Esa mezcla de pensamientos negativos y positivos es simplemente una parte natural de todo el proceso por el que pasa nuestro cuerpo durante nueve meses.
Y si me siento mal, ¿qué hago?
Ahora bien, aunque sentirse mal emocionalmente durante el embarazo es algo normal cuando ocurre de vez en cuando, pero sí que debemos cuidar nuestra salud emocional durante esta importante etapa. Recordemos que ciertos problemas emocionales como el estrés, puede afectar al bebé si se acumula y alcanza un alto grado.
Hace tiempo compartíamos un estudio en el que se había encontrado que cuando la madre estaba triste, deprimida o vivía algún suceso emocional muy fuerte en el embarazo, se modifica la actividad neuronal de su cerebro generando cambios químicos que llegan al bebé a través del torrente sanguíneo, provocando un efecto similar a lo que sucede con las drogas o el alcohol.
¿Qué puedes hacer si te sientes mal? Si se trata solo de pequeños momentos, puedes recurrir a ciertas actividades para mejorar tu estado de ánimo. Un masaje prenatal, escuchar música suave o caminar y tomar un poco de aire fresco, son algunas cosas que pueden ayudar a relajarte. Quedar con los amigos, ir al cine o darte un pequeño antojo, también son formas de elevar tu estado de ánimo.
Y en el caso de que te parezca que todo el tiempo te sientes desanimada o triste, lo mejor es que pidas apoyo a quienes te rodean. No tiene absolutamente nada de malo el pedir ayuda cuando lo necesitamos, sino todo lo contrario, pues significa que deseas trabajar en ti para mejorar como mujer y madre.
Fotos | iStock
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