Raro es el embarazo que sucede sin ninguna dolencia, molestia o enfermedad. Una de las preguntas que se hacen las embarazadas es si pueden tomar medicamentos que se venden sin receta, y la respuesta, en primera instancia, es que no.
Cualquier medicamento, tanto los que se venden con receta como los que no, cualquier preparado de herbolario, suplementos alimenticios... podrían hacer daño al futuro bebé, por lo que no se recomienda tomar nada sin recomendación médica.
Esto es así porque durante la gestación se producen una serie de cambios fisiológicos que pueden alterar tanto la eficacia como la seguridad de los medicamentos, por lo que habrá que evitarlos en la medida de lo posible.
Si la embarazada sufre alguna dolencia o enfermedad, esta debe consultar al médico respecto a los posibles fármacos indicados para el tratamiento y asegurarse de este modo que no son perjudiciales para el feto. Y es que los fármacos llegan al feto a través de la placenta (o al bebé una vez nacido a través de la leche), y pueden general efectos adversos.
En primer lugar, diremos que uno de los consejos para prevenir las enfermedades congénitas es el uso racional del medicamento, tanto en mujeres en edad fértil como durante el embarazo. Esto significa que cualquier medicación debe ser prescrita por el médico y no hay que automedicarse bajo ningún concepto.
Si sufres alguna enfermedad crónica, es vital la planificación del embarazo y la visita preconcepcional al ginecólogo para realizar un control más estrecho de la enfermedad para no poner en riesgo el embarazo. Al mismo tiempo, según los distintos casos se necesitará realizar ajustes o cambios en el tratamiento, y esto, de nuevo, solo puede ser llevado a cabo por el médico.
Especial hincapié hay que hacer en las recomendaciones de familiares, amigos, vecinos... de algo que funcionó en sus casos, porque ningún caso tiene por qué ser igual y del mismo modo debemos desconfiar de la inocuidad de esas sustancias.
Por ejemplo, está el caso de la fitoterapia o herbolaria, es decir, el tratamiento de las enfermedades mediante plantas o sustancias vegetales. Hay estudios que señalan que buena parte de las embarazadas utiliza estos productos, pero los especialistas advierten de que el nivel de seguridad de cada planta varía, por lo que, como en el caso de las medicinas, se recomienda un control por parte del profesional sanitario.
Estamos en época de resfriados y tal vez hayas llegado aquí porque tienes un buen catarro y no sabes qué puedes tomar. Pues bien, tampoco en este caso has de automedicarte, ya que muchos fármacos (ojo al paracetamol o al ibuprofeno, por ejemplo) sí podrían afectar al feto. Además, recuerda que ningún medicamento cura el resfriado sino que este seguirá su proceso natural. Te dejamos los consejos para aliviar los síntomas del resfriado en el embarazo.
En definitiva, no podemos poner en riesgo la salud de nuestro bebé cuando desconocemos cómo un fármaco u otro preparado le puede influir, de modo que ante cualquier dolencia lo mejor es consultar al médico y no comprar medicamentos sin receta pensando que son seguros durante el embarazo.
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