El cáncer de mama es el cáncer más frecuente entre las mujeres en edad fértil. Según la Asociación Española contra el cáncer, cada año se diagnostican 25.000 nuevos casos de cáncer de mama en España.
Una de las mayores preocupaciones de las mujeres tras el diagnóstico de la enfermedad es saber si algún día tendrán la posibilidad de tener hijos, o de volver a tenerlos en caso de ser madre y querer agrandar la familia, pues tratamientos como la quimioterapia o la radioterapia pueden influir negativamente en la fertilidad.
Años atrás poco se podía hacer al respecto, y al dolor de la enfermedad se sumaba también el de ver frustrados los sueños de tener un hijo biológico. Pero hoy, gracias a la congelación de óvulos es posible incrementar las posibilidades de tener un bebé cuando la mujer se han curado.
Un claro ejemplo de ello es Estrella, paciente oncológica embarazada actualmente de 37 semanas gracias a la vitrificación de sus ovocitos a través del programa 'Ser Madre o padre después del cáncer' de la clínica IVI.
En un día como el de hoy, en el que se se conmemora el Día Mundial contra el Cáncer de Mama, queremos compartir su historia de esperanza y lucha, para animar a otras mujeres que se encuentren actualmente en su misma situación.
"Al principio lo ves lejano, pero el tiempo pasa muy rápido y llega tu momento"
Estrella tenía 35 años cuando le diagnosticaron un cáncer de mama. En aquel momento, su mayor deseo era convertirse en madre, por lo que una de las cosas que más le angustiaba era que su fertilidad se viera afectada por culpa de los tratamientos.
Por eso, Estrella decidió congelar sus óvulos y convertirse en madre más adelante, cuando estuviera recuperada y sin importar la edad o los efectos que la medicación hubiera causado en su fertilidad.
Pero Estrella no es la única paciente oncológica que ha optado por este método.
Así, desde que IVI creara en 2007 el Programa gratuito de Preservación de la Fertilidad para pacientes oncológicos, 'Ser Madre o padre después del cáncer', más de 1.400 mujeres diagnosticadas de cáncer han vitrificado sus ovocitos antes de someterse a un tratamiento de quimio o radioterapia.
"El cáncer es uno de los golpes más duros que te puede dar la vida, como paciente, familiar y como médico en una especialidad que, hasta hace 15 años, poco podía hacer para ayudar a estas mujeres" - explica el doctor Javier Domingo, coordinador de este programa.
"Fue entonces cuando importamos de manera pionera la técnica de la vitrificación de ovocitos, lo cual nos abrió un amplio abanico de indicaciones en el campo reproductivo. Y entre ellas, un grupo de pacientes que se podían beneficiar era el de las jóvenes diagnosticadas de cáncer, la mayoría sin hijos todavía”
Y es que el perfil de la paciente oncológica que decide congelar sus óvulos es el de una mujer joven, con una media de edad de 32,5 años y un importante potencial reproductivo, que en la mayoría de los casos quedará truncado por los tratamientos oncológicos a los que debe someterse.
Desde IVI consideran importante que la paciente conozca las opciones que tiene de convertirse en madre después del cáncer. La divulgación y concienciación al respecto, no solo en la unidad de ginecología, sino en todas las áreas involucradas en el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad, hace que las pacientes sepan que existe la posibilidad real de tener un bebé tras superar el cáncer, si así lo desean.
Para los expertos, esta ilusión y opción futura de ser madre ayuda a la mujer a afrontar la enfermedad y el tratamiento con mayor fuerza y esperanza, pues tiene una meta a la que aferrarse.
Así ha sido para Estrella, que tras la cirugía, 21 sesiones de radioterapia y dos años de lucha contra el cáncer, ahora está a punto de conocer a su bebé gracias a la vitrificación de ovocitos que realizó antes de iniciar su tratamiento.
Para poder quedarse embarazada tuvo que esperar a que los médicos consideraran cuál era el mejor momento para interrumpir el tratamiento oncológico (que retomará después de la lactancia), y tras unos meses de espera pudo llevarse a cabo con éxito la transferencia embrionaria.
Según ella misma explica, "parar el reloj" preservando sus óvulos le ha dado mucha tranquilidad. Además, Estrella lanza un mensaje esperanzador a las mujeres que están pasando ahora mismo por una situación similar: "que no tengan miedo porque al principio lo ves muy lejos, pero el tiempo pasa muy rápido y llega tu momento".
En qué consiste la preserva oncológica de óvulos
Cuando por motivos oncológicos o por cualquier otra causa médica, la fertilidad de la mujer se vea afectada de forma negativa, existe la posibilidad de congelar los óvulos para ser utilizados cuando la paciente esté curada y así lo desee.
El tratamiento de preservación de la fertilidad consiste en la conservación de los óvulos a -196°C, de forma que estos mantengan la misma calidad que en el momento en que se congelaron.
La preservación de la fertilidad por motivos médicos/oncológicos, tanto en el caso de la mujer como del hombre (mediante la congelación del semen) se recomienda para:
- Pacientes –hombres y mujeres– que van a recibir un tratamiento con quimio o radioterapia o un trasplante de médula ósea
- Mujeres con una patología ovárica que implica cirugía, como endometriosis o quistes ováricos
- Hombres que se vayan a someter a una cirugía que pueda afectar a su capacidad de generar espermatozoides, como un tumor testicular
Según podemos leer en la página de IVI, las técnicas de vitrificación de ovocitos y congelación de semen ofrecen altas tasas de supervivencia sin un límite de tiempo (es decir, óvulos y espermatozoides pueden permanecer congelados tanto tiempo como se desee).
En el caso de la vitrificación de ovocitos, la tasa de éxito se sitúa en torno a un 95%. Y una buena muestra de ello son los 48 bebés nacidos hasta la fecha gracias al programa de preservación por cáncer de IVI, a los que se sumarán tres nuevos bebés en camino, entre ellos el de Estrella.
Fotos | iStock
Vía | IVI
Más información | Programa de preservación por cáncer de IVI
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