La incertidumbre de la 'betaespera': cómo manejar la ansiedad de la espera durante un tratamiento de fertilidad

La incertidumbre de la 'betaespera': cómo manejar la ansiedad de la espera durante un tratamiento de fertilidad
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Nervios, miedos, esperas que se hacen interminables… estas inquietudes pueden llegar a minar la ilusión de la mujer que esté buscando un embarazo mediante técnicas de reproducción asistida.

Ya sea en solitario o en pareja, una de las situaciones que más angustia
genera es la 'betaespera', es decir, el tiempo que pasa desde que la paciente se somete al tratamiento hasta el día que obtiene el resultado de la prueba de embarazo en laboratorio.

Con motivo del Día Mundial de la Salud Mental Materna que se conmemora hoy, queremos dedicar un espacio a aquellas mujeres que están ahora mismo viviendo esta situación tan compleja y delicada.

¿Cómo lidiar con los sentimientos que provoca la 'betaespera' y hacer más llevadero este periodo?

¿Qué es la betaespera y qué sentimiento provoca?

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Foto de Liza Summer (Pexels)

Se llama coloquialmente 'betaespera' al periodo comprendido entre la realización de una inseminación artificial (IA) o la transferencia de embriones en el caso de una fecundación in vitro (FIV), y el análisis de sangre de la hormona beta-hCG para confirmar si se ha producido el embarazo.

Este período, que suele tener una duración de entre nueve y 14 días en función del momento en que haya sido realizada la transferencia, puede llegar a provocar un maremoto de emociones en la mujer sometida a tratamiento.

Por un lado está la esperanza con la que se inicia cada nuevo tratamiento y deseo de que el positivo se haga realidad. Pero por otro lado, la espera también provoca ansiedad que no siempre es fácil de manejar.

Además, muchas mujeres sometidas a tratamientos ya cuentan con una mochila previa cargada de estrés, tristeza y desgaste emocional por no poder conseguir el embarazo de manera natural y cómo no, por el impacto que implica el propio diagnóstico de infertilidad.

"La betaespera conlleva un alto grado de implicación emocional para la mujer, pues es ella quien carga con esa responsabilidad de manera muy particular"

Así lo afirma, Soledad Chamorro, psicóloga de IVI Madrid, que destaca también las marcadas diferencias que existen entre la primera fase de un tratamiento de fertilidad - donde la mujer cuenta con unas pautas claras de lo que debe hacer, así como un seguimiento médico- y el tiempo 'muerto' que supone la espera, en donde no es posible controlar nada.

Si embargo, la psicóloga insiste en la importancia de "manejar este nivel de estrés para que afecte lo menos posible al día a día y al proceso en sí".

Cuatro de cada 10 mujeres en tratamiento de fertilidad sufre altos niveles de estrés

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A veces el embarazo llega de forma rápida y fácil, pero para otras mujeres supone un largo camino plagado de baches, tanto si se trata de buscar un primer embarazo, como si es el segundo.

Cuando tras meses o años de búsqueda natural, la pareja decide afrontar un tratamiento de fertilidad, suelen albergar una mezcla de sentimientos, aunque quizá la esperanza sea el que destaque por encima de los demás.

Sin embargo, cuando las cosas no salen bien, suele producirse un bloqueo emocional acompañado de una gran frustración y miedo. Tal y como explica la psicóloga, sentir miedo ante la incertidumbre o lo desconocido es normal, pero el problema aparece cuando el miedo se convierte en algo irracional.

Hasta un 40% de mujeres en tratamiento de fertilidad sufre altos niveles de estrés y episodios de ansiedad, no son capaces de pensar en otra cosa y caen en una rueda de pensamientos negativos.

Esta montaña rusa de emociones genera un gran sufrimiento a la mujer, y en ocasiones puede acabar pasando factura a la relación de pareja o al entorno más cercano.

Pautas para sobrellevar la 'betaespera'

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Aunque los nervios y la ansiedad pueden estar presentes a lo largo de todo el proceso, el momento de la 'betaespera' es quizá el más sensible. Por eso es clave disponer de herramientas que ayuden a la mujer a sobrellevarlo de la mejor forma posible.

"Es importante que la betaespera sea un periodo en el que pongamos en marcha recursos que persigan un mayor bienestar emocional y reduzcan así también el estrés asociado" - aconseja la psicóloga.

Estas son algunas de las pautas que nos ofrece:

- Evita caer en conductas obsesivas, como por ejemplo comprobar constantemente si ha llegado la menstruación o estar pendientes de cada pequeño detalle que pueda hacerte sospechar que estás embarazada o, por el contrario, que el tratamiento no ha funcionado.

- No hables constantemente del tema: está bien y es necesario expresar cómo te sientes, ya que reconocer tus sentimientos te ayudará a manejarlos. Pero no debes permitir que el tratamiento de reproducción asistida o la infertilidad monopolicen tus conversaciones ni tu vida.

Ni qué decir tiene que es especialmente importante que el entorno cercano de familiares y amigos sea respetuoso, y no agobie a la pareja con preguntas indiscretas sobre un futuro embarazo.

- Realiza actividades que ayuden a mantener tu mente ocupada, y mejor aún si son al aire libre, pues esto potencia pensamientos más optimistas.

- Confía en los profesionales que te están tratando y evita consultar en Internet, sobre todo en páginas poco fiables con información no contrastada científicamente.

- Resiste la tentación de hacer una prueba casera de embarazo, ya que puede dar un falso positivo o negativo que te lleve a tener una idea preconcebida del resultado de laboratorio, con el consecuente impacto posterior en tu estado de ánimo.

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Foto Shvets Production (Pexels)

- Céntrate en el 'aquí y el ahora': pensar en el futuro solo te generará agobio y malestar ya que tus emociones están a flor de piel. Solo evitando este bucle vicioso y dejando que el tiempo fluya, lograrás que la espera sea más llevadera.

- Pide ayuda profesional: es fundamental cuidar la salud mental durante un tratamiento de fertilidad y contar con el acompañamiento de un profesional.

"La salud mental es muy importante para iniciar este camino; ninguna paciente debería pasar por este proceso con una sobrecarga emocional que le impida funcionar con normalidad en su día a día".
"Son procesos largos que suelen desgastar, por lo que es importante acudir a un profesional cuando veamos que estos episodios aparecen y modifican nuestros hábitos cotidianos y sociales. En definitiva, es importante atajarlos antes de que hagan mella y nos desanimen aún más", aclara Soledad.
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