Las sillas infantiles, o sistemas de retención infantil, son unos asientos especiales que se colocan dentro del coche, para asegurarse que bebés y niños vayan bien protegidos al ser transportados de un lugar a otro. En Bebés y más, frecuentemente hablamos de la importancia de utilizar correctamente la silla adecuada para cada niño.
Hoy les quiero compartir la publicación de una madre, quien nos recuerda que en tan solo unos minutos podría ocurrir un accidente y por ello nunca debemos tomar a la ligera el uso correcto de las sillas para el coche.
Cuando se trata de la seguridad de mi hija Lucía en el coche, soy una mamá muy fastidiosa. Soy esa mamá odiosa e insistente que no deja salir a su hija sin un sistema de retención infantil adecuado para su edad. He tenido discusiones con familiares a causa de esto, pero para mí la seguridad de ella es primero y lo que ellos pueden pensar viene mucho después.
Es por eso que entiendo lo que comparte la madre que a continuación les presentaré. Su nombre es Rebecca Tafaro Boyer y recientemente regresó a trabajar, después de que finalizara su baja maternal tras haber tenido a su primer bebé, llamado William. Ella se refiere a sí misma como "esa mamá fastidiosa" que insiste mucho en la importancia de la seguridad de su hijo al momento de viajar en coche.
En un publicación que compartió en su cuenta de Facebook, Rebecca narra cómo justamente el ser insistente y pedir fotos de su bebé, ayudó a que se hijo saliera intacto de un accidente en coche, que ocurrió minutos después de pedirle a su esposo que ajustara bien las correas del asiento en el que iba el pequeño William.
Amigos, tengamos una conversación rápida acerca de algo que algunos miembros de mi familia piensan que me hace una mamá muy enfadosa y sobreprotectora: la seguridad de las sillas infantiles.
Hoy, fue mi primer día de regreso al trabajo después de mi baja maternal y le pedí a mi esposo que me enviara actualizaciones cada hora, para saber cómo le estaba yendo a baby Williams en su primer día sin mamá. Esta tarde, cerca de las 2:15, recibí un mensaje de mi esposo mientras iban a la farmacia. Mi respuesta de esposa fastidiosa fue corregir la posición de William en la silla para el coche, las correas estaban muy sueltas y el clip del pecho estaba muy abajo. Y porque conozco a mi esposo, sé que debió reírse de mí y torcerme los ojos, antes de ajustarlo bien y colocar el clip donde debería ir.
A las 2:30 sonó mi teléfono y escuché la voz de mi esposo llena de pánico : "Querida, tuvimos un accidente. Estamos bien, pero el carro es pérdida total". Ellos estaban a menos de cuatro kilómetros de casa, cuando una mujer se metió de golpe en el tránsito, intentando dar una vuelta rápidamente. Mi esposo simplemente no tuvo tiempo de detenerse. Frenó de inmediato y se estrelló contra la puerta del copiloto del coche de la mujer.
Mi hijo estaba tan bien asegurado en su silla, que NI SIQUIERA SE DESPERTÓ. Incluso con el impacto de ambos coches, Willian solo recibió una pequeña sacudida, tan insignificante que pudo seguir tomando su siesta, y pasar las siguiente dos horas coqueteando con las enfermeras del hospital.
A mi esposo no le fue tan bien. Si pie se quebró en tres lugares, tiene tres dedos dislocados y tenemos que regresar el lunes para asegurarnos que no necesite cirugía. El coche fue una pérdida, pero los coches pueden ser reemplazado. Mis chicos no.
Todos los bebés y niños deben ir A CONTRAMARCHA en el asiento trasero mínimo hasta los dos años y asegurados con un arnés de cinco puntos, en una base para la silla que no se mueva más de una pulgada en cualquier dirección. Estoy muy agradecida de que mi esposo se tomó ese minuto extra para poner a William seguro en su silla. No quiero ni imaginas cómo pudo haber sido diferente el resultado de no ser así. Creo firmemente que la razón por la que mi familia está cómodamente sentada en el sofá de la casa, en lugar de en el hospital, es por mi voz de mamá enfadosa.
La publicación de Rebecca ha sido compartida más de 35.000 veces y ha recibido miles de comentarios. En actualizaciones posteriores ella comenta que la silla no es segura de utilizar y que será donada a un hospital, para que el personal pueda enseñarle a los padres cómo deben colocar a sus hijos.
Como hemos comentado en ocasiones anteriores, pueden existir miles de modelos de sistemas de retención infantil, pero recordemos que lo más importante no es su costo o marca, sino que sean utilizadas de forma correcta: bien aseguradas y a contramarcha el mayor tiempo posible.
Así que si alguna vez alguien te dice cosas o te insiste en que voltees la silla de tu hijo, confía en tu instinto y recuerda la historia de esta madre, quien nos muestra lo rápido que pueden ocurrir los accidentes y lo importante que es tomarnos el tiempo de asegurar bien a nuestros hijos en sus sillas.
Foto | iStock
Vía | Parents
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