11 grandes beneficios que tiene para los niños jugar a disfrazarse

Disfrazarse es una de las mejores actividades que los niños pueden hacer para potenciar su creatividad y desarrollar el juego simbólico. A través de un sencillo disfraz su imaginación vuela y pueden llegar a ser lo que ellos se propongan. Si además, acompañamos ese disfraz con accesorios que potencien al personaje que están interpretando, la diversión estará más que asegurada.

Si todavía no conoces los grandes beneficios que tiene para los niños jugar a disfrazarse, ¡te los detallamos a continuación!

¿De qué se disfrazan los niños?

Los niños deben sentirse plenamente libres para jugar a disfrazarse cuando y cómo quieran, sin la intervención de los adultos ni una fecha en el calendario que les indique cuándo hacerlo. Y es que con demasiada frecuencia condicionamos sus actividades ofreciéndoles elementos o juguetes con los que nosotros consideramos que deben jugar, coartando su creatividad y libertad.

Por otro lado, los niños no necesitan sofisticados disfraces para pasar un rato divertido y aprovecharse de los beneficios para su desarrollo que tiene esta actividad.

Así pues, cualquier camiseta nuestra, vestido que no nos pongamos o retal de tela que tengamos en casa es más que suficiente para que pongan a funcionar su increíble imaginación. También podemos confeccionar nosotros mismos un disfraz casero, o bien recurrir a la amplia oferta disponible en tiendas.

Al final, de lo que se trata es que el niño pueda elegir en quien desea convertirse; tanto si se trata de su personaje favorito de cuentos o ficción, como si es un personaje inventado o simplemente busca recrear juegos de roles con todo lujo de detalles.

Pero el hecho de que a muchos niños les encante jugar a disfrazarse no significa que a todos les guste. Cada niño es único y pueden ser innumerables las razones por las que no disfruten con esta actividad.

En ningún caso se debe forzar al niño a disfrazarse si no quiere, aunque es recomendable que en casa tenga a su alcance un baúl o cajón con disfraces de personajes que le gusten o capten su atención para que pueda incorporar esta actividad en sus juegos de manera libre, si en algún momento así lo desea.

Beneficios para los niños de jugar a disfrazarse

Disfrazarse es una actividad tremendamente divertida para los niños, pues les permite meterse en la piel del personaje que tienen en la cabeza y vivir todo tipo de aventuras. Pueden ser piratas en busca de un cofre lleno de monedas, príncipes y princesas en castillos, super héroes y heroínas salvando el mundo, médicos entregados a sus pacientes, payasos actuando en un circo...

¡Imposible aburrirse con tantos personajes, mundos y aventuras que recrear!

Pero es que además de divertido, disfrazarse es una actividad con gran valor pedagógico y que aporta grandes beneficios al desarrollo del niño:

Fomenta su creatividad

Disfrazarse es una actividad que pone a prueba su increíble creatividad de principio a fin.

Para empezar, deben elegir cómo disfrazarse y qué personaje interpretar. Su imaginación y creatividad trabajarán a pleno rendimiento si el disfraz lo inventan ellos mismos echando mano de pelucas, sombreros, complementos o retales de tela. Pero no solo hay que inventar un personaje, sino también interpretar un papel y recrear historias y aventuras que de nuevo harán volar su imaginación.

Se expresan libremente

Cuando un niño elige cómo quiere vestirse le estamos dando la oportunidad de expresarse de forma libre a través de su vestimenta. Porque disfrazarse no tiene reglas, e incluso cuando se trata de un disfraz ya elaborado, el niño siempre acaba poniendo su toque personal.

Favorece su expresión corporal

Disfrazarse e interpretar un personaje implica recrear los gestos, voces, posturas o movimientos de ese personaje en cuestión, ya sea a través de la imitación -si se trata de un personaje ficticio o real-, o de forma completamente libre e improvisada, si es un personaje inventado.

La interpretación es una excelente forma de conectar con el cuerpo, ser consciente de los movimientos y mejorar la coordinación y habilidades motoras.

Fomenta el juego simbólico

Lo decíamos al inicio: disfrazarse es una de las mejores actividades que hay para que los niños desarrollen el juego simbólico. Y es que con un disfraz es más fácil meterse en la piel del personaje al que quieren imitar, algo que de por sí ya aporta increíbles beneficios a su desarrollo y aprendizaje.

En este sentido, uno de los primeros disfraces que los niños suelen elegir de forma libre es el de papá y mamá. Y es que nosotros somos su principal modelo para todo, por lo que no es de extrañar sorprenderles rebuscando en nuestro armario para calzarse nuestros zapatos, o ponerse nuestros collares o corbatas.

Les ayuda a desarrollar las habilidades lingüísticas y sociales

Disfrazarse y meterse en la piel de un personaje implica interpretar un papel que les hace ver la vida desde otra perspectiva. Esto no solo favorece el desarrollo de la empatía (beneficio que analizaremos a continuación), sino que también les permite entrenar sus habilidades sociales y favorecer su expresión lingüística.

Favorece la empatía

El juego simbólico que implica el hecho de disfrazarse permite a los niños ver la realidad del mundo que les rodea desde otro punto de vista, favoreciendo el desarrollo de una cualidad tan importante como la empatía.

Así, al disfrazarse de médicos o enfermeras los niños entenderán el importante papel que juegan estos profesionales dedicados al cuidado de nuestra salud; cuando son "papá y mamá" les tocará desplegar todas sus habilidades para criar y cuidar a su muñeco-bebé; cuando se disfrazan de bomberos o policías empatizarán con su importante labor social y de seguridad...

Son lo que quieren ser

Al disfrazarse, los niños eligen libremente quienes quieren ser, sin imposiciones, etiquetas ni roles de género. Porque los disfraces, al igual que los juguetes, no son de niñas o de niños, por lo que todos deben poder decidir de qué desean vestirse sin que nada ni nadie se lo impida.

Les ayuda a desinhibirse

Cuando un niño se disfraza y adquiere otro rol se está desinhibiendo, pues en ese momento se siente capaz de ser lo que quiera (poderoso, atrevido, valiente, salvador, independiente...). Esto además le ayudará a reforzar determinadas aptitudes de su personalidad, expresar emociones y sentimientos y liberarse de las tensiones o preocupaciones del día.

En este sentido, observar a nuestros hijos jugar disfrazados es una forma muy valiosa de conocer más detalles acerca de su personalidad, sus gustos, sus fortaleza y virtudes, sus preocupaciones, su forma de expresarse...

Fomenta el aprendizaje

Hay disfraces realmente educativos que podemos aprovechar para motivar y fomentar el aprendizaje de los niños en determinadas materias. Por ejemplo, si se disfrazan de un personaje histórico podría ser buen momento para leer con ellos cuentos o historias sobre lo que ese personaje hizo, lo que descubrió o el importante papel que tuvo en la sociedad de su época.

Por ejemplo, otros disfraces como el de astronauta, nos daría pie a hablar sobre el Universo o los descubrimientos espaciales; disfrazarse de algún animal nos permitiría indagar más sobre sus características y hábitos; los disfraces relacionados con otras culturas nos lleva a adentrarnos en países y costumbres desconocidas...

Fotos | iStock

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