La muñeca que habla, el robot que camina, el osito que cuenta cuentos, el coche mágico y todo un mundo de fantasía que atrae como un imán a los más pequeños con seductoras promesas publicitarias.
Según los expertos, promesas irreales que pueden provocar frustración en los niños al ver que aquel coche maravilloso que en la tele parecía genial, es en realidad un simple coche normal y corriente. O que esa muñeca que parecía un ser humano es una muñeca más.
Un informe del Consejo Audiovisual de Andalucía (CAA) sobre publicidad infantil de juguetes destaca que “el 26,2% de los anuncios analizados presenta algún tipo de incumplimiento relacionado con la presentación equívoca de las características de los juguetes, lo que induce a confusiones y puede conducir a la frustración final de los niños y niñas".
Afirma que los anuncios ofrecen una visión irreal de la realidad y que explotan la ingenuidad y credulidad de los menores con imágenes ficticias que no se ajustan a la realidad.
Los que podemos hacer los padres es limitar al máximo, en la medida de los posible, las horas que nuestros hijos pasan frente a la tele para evitar el acoso de anuncios propios de estos días.
Además de acompañarlos a ver juguetes y enseñarles realmente como son comparados con lo que vende la tele.
Cualquiera se desilusiona al comprar un producto que no corresponde con la idea que teníamos del él. Los niños, más.
Vía | lavozdigital.es En Bebés y más | Los riesgos de ver demasiada televisión En Bebés y más | Qué juegos y juguetes comprar