Una de las tradiciones qué más se ha popularizado durante los últimos años es el "Elf on the shelf", unos pequeños elfos que llegan a cada casa el primero de diciembre y que actúan como "espías" de Papá Noel, siendo los encargados de darle el "reporte" de cómo se están portando los niños. El toque divertido de esta tradición navideña es que cada día este duendecillo aparece en un lugar distinto, muchas veces a mitad de realizar una travesura, y los niños deberán buscarle cada mañana para ver qué nueva locura hace ese día. Pues nos hemos encontrado el inspirador caso de Samantha Lackey, la madre de una niña con atrofia muscular espinal, que ha fabricado un elfo a medida de su hija.
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"Era obvio que el elfo debería tener una silla de ruedas como Stella... la representación en los juguetes es importante porque es como un rito de iniciación en la infancia que todo niño merece", así que se puso manos a la obra y construyó su propio elfo con una silla de ruedas de una de sus muñecas.
La madre ha ideado cada día travesuras distintas con las que tanto el elfo como su hija se han divertido mucho. Lo interesante de todo es que todas han tenido que ver con episodios del día a día de la pequeña, incluso durante las estancias en el hospital, así que se ha sentido muy identificada con esta tradición porque se ve reflejada en las escenas en las que encuentra al muñeco cada mañana.
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"Me las arreglo con un poco de ayuda de mis amigos 🎶 Bean y sus amigos continúan la fiesta. Me alegro de haber conservado jeringas y suministros adicionales una vez que Stella dejó su tubo. Pero nunca hubiera imaginado que esto es lo que haría con esos suministros 🤣"
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"Una oda a la terapia génica. En esta casa, creemos en la ciencia porque hemos visto de primera mano lo milagrosa que es en realidad. Un gran agradecimiento a nuestros amigos de novartis en estas fiestas. ¡Gracias por todo lo que hacen!"
Este es el tipo de cosas que le hacen más fácil la vida a los niños. Verse reflejados en sus juguetes, poder representar sus experiencias a través de ellos hacen que puedan asimilar mejor las circunstancias, sobre todo cuando son difíciles como es el caso de un ingreso en el hospital.
Creo que este tipo de cosas son muy enriquecedoras para los niños, y no solo quienes padecen enfermedades raras. Por eso nos quedamos con la declaración que ha hecho Samantha a la revista Parents: "Introduzca un poco de inclusión en la vida cotidiana de su hijo", dice. "Un juguete, un libro o un programa con un personaje que tiene una discapacidad puede ayudar. No calles sus preguntas cuando las tengan porque nosotros, como padres, somos quien las convertimos en incómodas al hacerlo."
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Imágenes | @stronglikestella