Este colorido castillo tiene dos funciones. Por un lado, es un juguete en sí mismo compuesto por paneles de plástico que se unen con velcro, permitiendo construir el castillo en tiempo record.
Por otro lado, cuando los reyes y las reinas se cansen de jugar, se pueden guardar prolijamente en sus habitaciones todos los juguetes que han desparramado. Y aquí no ha pasado nada.
Tiene muchos compartimentos donde guardar tesoros y la ventaja es que, como no tiene techo, podemos ver desde arriba qué hay en cada sitio.
Es de material lavable, cuesta 165 dólares y se consigue en Oompa Toys.