Hoy Bebés y más entrevista a la antropóloga Kathy Dettwyler, una eminencia a nivel mundial al respecto de los aspectos culturales, antropológicos y etológicos de la lactancia humana. Por lo que hemos podido averiguar es la primera entrevista que la doctora Dettwyler, actualmente profesora de la Universidad de Delaware, concede para un medio español.
La especial relevancia a nivel general de la doctora Dettwyler radica en que ha sido la mayor investigadora y divulgadora sobre la duración natural de la lactancia en los seres humanos, siendo sus conclusiones publicadas en obras como: “ Breastfeeding: Biocultural Perspectives” y otras muchas publicaciones que podemos encontrar referenciadas en su página.
Comenzaremos recorriendo el camino de su investigación de su mano hasta llegar a sus conclusiones sorbe la duración natural de la lactancia en los seres humanos.
Doctora Dettwyler, ¿qué fue lo que le hizo interesarse por la lactancia como investigadora antropóloga?
Yo ya estaba estudiando en la facultad en 1979 en la sección de antropología biológica y estaba muy interesada en las interacciones entre el crecimiento humano, la salud y las creencias y prácticas culturales, cuando me quedé embarazada con mi primer hijo. Fue mi hija, Miranda, que ahora tiene 32 años.
Inicialmente yo había planeado hacer mi investigación para la tesis en el centro de Sudan (las montañas Nuba de Kordofan) y centrarme en la relación que puede haber entre la dieta de los niños y la actividad física y su crecimiento y desarrollo.
Sin embargo, mi marido (en aquel entonces también estudiante de antropología) y yo nos encontramos con problemas de logística para viajar a Sudán y al final terminamos en Mali, donde teníamos amigos estadounidenses que también eran antropólogos.
¿Y cambió el campo de su investigación?
Si. Modifiqué mis planes de investigación para estudiar la influencia de la artificial en el crecimiento de los niños, puesto que yo ya había participado en el boicot contra Nestlé durante varios años.
Pero, al final, la investigación de su tesis versó sobre lactancia materna, no sobre lactancia artificial, ¿verdad?
Resultó que casi nadie usaba leche artificial en Mali. Así que de nuevo alteré mis planes de investigación para que enfocarla en la etnografía general de creencias y prácticas relacionadas con la lactancia y el destete por un lado, y con el crecimiento y la salud de los niños como la variable de los resultados.
Le daba el pecho a mi hija Miranda durante casi todo el tiempo que viví en Mali haciendo mi investigación para mi tesis. Hice el seguimiento de algo más de 100 niños, visitándolos una vez al mes durante 2 años, apuntando sus dietas, su salud y su crecimiento.
También entrevisté a las madres preguntándoles sobre sus creencias acerca de la dieta y la salud de los niños, incluyendo pautas de amamantamiento y el momento de añadir comida sólida, y luego cuándo destetaban, especialmente refiriéndome a cuando se dejaba de amamantar.
¿Existían otras investigaciones anteriores sobre este tema en concreto?
Sí, los antropólogos habían hecho algunas investigaciones sobre lactancia antes de terminar mi trabajo, pero tampoco había mucho trabajo previo.
Dana Raphael, alumna de Margaret Mead, había completado la primera tesis doctoral de antropología sobre lactancia. Durante los primeros años de los 80, cuando yo hacía mi trabajo en Mali, ciertos antropólogos de cultura y biología también investigaban sobre la lactancia en varias regiones del mundo.
En 1985-86, se publicaron cuatro libros sobre este tema: “Lactancia, salud infantil y espaciamiento entre nacimientos: perspectivas transculturales", editado por Valerie Hull y Mayling Simpson (1985), “Cuidado y alimentación infantil en la zona del Pacífico Sur", editado por Leslie Marshall (1985), “Sólo las madres saben: pautas de alimentación infantil en las culturas tradicionales", por Dana Raphael y Flora Davis (1985), y “La triada de alimentación infantil: bebé, madre y familia", por Barry M. Popkin, Tamar Lasky, Judith Litvin, Deborah Spicer y Monica E. Yamamoto (1986).
Estos libros se publicaron después de terminar mi tesis. Unos años más tarde, Patricia Stuart-Macadam y yo estábamos charlando en un congreso de antropología, mientras amamantábamos a nuestros bebés, y decidimos editar juntas un libro sobre lactancia y antropología.
¿Qué obra es esta y que aportaciones supone?
Este libro es “Amamantar: perspectivas bioculturales" publicado en 1995. Planeé escribir un capítulo sobre las creencias y las practicas que influyen en la lactancia en EEUU (en comparación con Mali y otros sitios), y este fue mi capítulo llamado “La bella y la bestia".
Pero, también habla de la edad natural del destete, ¿verdad?
También había planeado examinar las recomendaciones sobre el destete, esperando clarificar que edad sería “natural" para los humanos dejar el pecho, como mamíferos, primates y grandes simios. Esperaba encontrarme con preguntas y respuestas al tema de varias formas, ya que circulaban variadas recomendaciones: “Es natural destetar a los bebés humanos a los 9 meses" o “a los 12 meses" etc.
Para mi sorpresa descubrí que nadie se había planteado la pregunta científicamente. La gente, básicamente, sólo hacía estas recomendaciones sobre la edad del destete basándose en sus propias creencias culturales, no en estudios científicos.
Así que mi segundo capítulo del libro, “Momento para destetar", llegó a ser un resumen de mi propia investigación intentando descubrir cuándo podríamos destetar los humanos (dejar la lactancia en general) si no tuviésemos las creencias culturales que nos obligasen e influyesen en nuestras decisiones.
¿Nos podría explicar brevemente sus conclusiones sobre la duración natural de la lactancia humana?
Para contestar a esta gran pregunta comencé analizando los estudios previos que se habían hecho en los primates no humanos (prosimios, monos y simios) y que correlacionaban la edad del destete con la historia de otras variables vitales tales como duración de la gestación, tamaño al nacer, índices de crecimiento, momento de la erupción de la dentición, edad de madurez reproductiva, tamaño de adultos etc.
Suponemos que los primates no humanos no tienen referentes de creencias culturales cuando destetan. Es decir, que una chimpancé no le dice a otra “¡En serio, deberías destetar ya a tu bebé, es ya muy mayor para mamar!".
Es decir, el destete es cultural, pero también responde a aspectos de la historia vital natural
Si. También sabemos que muchas variables de la historia vital no son susceptibles a cambiar al antojo de las creencias culturales maternas. Por ejemplo, la duración de la gestación está principalmente bajo el control genético y varía sólo dentro de unos límites muy estrechos en los humanos.
Asimismo las pautas de la dentición no cambian fácilmente. Una madre no puede sencillamente decir “Quiero que mi bebé tenga sus dientes temprano, o tarde" y que eso ocurra de esta forma.
Así que analicé distintas variables de historia vital en los primates no humanos, especialmente las que se correlacionaban estrechamente con la edad al destetar (y con las que se podía pronosticar el momento en el que se destetaba a las crías) y luego calculé qué se podría pronosticar con las mismas variables de historia vital en humanos sobre la edad humana de destete.
¿Y cuales fueron los resultados finales?
Los resultados, dependiendo de la variable de historia vital que utilicé, abarcaban desde 2,5 años de lactancia como mínimo en los humanos, hasta 7 años como máximo.
Es un margen muy amplio, de 2,5 hasta 7 años, pero encaja con la noción de la adaptabilidad de los humanos que viven en una variedad de ambientes, y que tienen creencias y prácticas culturales que afectan su dieta y su salud.
Por ejemplo, una gestación de nueve meses, como es típico para humanos, predice alrededor de 4,5 años de lactancia. Llegar a la madurez reproductiva entre 12 y 20 años predice una edad de destete empezando con 3 años hasta pasados 6 años. La mayoría de los primates destetan a sus crías cuando estas empiezan el proceso de dentición y les salen los primeros molares permanentes. Los molares permanentes salen después de los dientes de leche, entre los 5,5 y 6,5 años en la mayoría de los humanos.
Así que mi investigación no concluyó que una edad específica era la óptima o la ideal para amamantar un bebé humano, sino más bien que en algún momento entre 2,5 y 7 años es el rango natural de edades para destetar en los humanos modernos si las personas no se meten con el proceso y lo estropean debido a sus creencias culturales locales.
Y sabéis, mi experiencia es que la doctora Dettwiler tenía y tiene toda la razón. No en vano, tras leerla, decidçi no interferir en la duración de la lactancia de mi hijo y ha sido de más de seis años.
Para realizar esta entrevista hemos contado con la ayuda de la profesora Miriam ben Taher y de la traductora Sorina Oprean, a las que estamos muy agradecidos. En la segunda parte de esta entrevista de Bebés y más a la antropóloga Kathy Dettwyler seguiremos profundizando en la duración natural de la lactancia humana y los aspectos culturales que la rodean.
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