Hace dos días, tras mostrar los resultados de una encuesta realizada a 155 madres que daban el pecho de forma prolongada acerca de los apoyos y críticas recibidas por su entorno, iniciamos el desglose de las críticas, de la falta de apoyo o de la mala información que habían recibido dichas madres por parte de los pediatras.
Hoy continuamos con ello para seguir conociendo qué pueden llegar a decir los pediatras acerca de la lactancia prolongada.
“Tu niño tiene una gastroenteritis, no le des durante unos días pues agrava las diarreas”
Cuando un niño tiene gastroenteritis la diarrea (y quizás los vómitos) hacen que haya riesgo de deshidratación. El mejor tratamiento para los bebés que toman leche materna y tienen gastroenteritis es la leche materna, ya que les sirve para hidratarse y recibir todos los componentes que están perdiendo.
Menos mal que la mamá que recibió dicho consejo sabía que no debía seguirlo.
“Dale biberón, que si te los han mandado será por algo”
Una madre, con su bebé de 20 días, tratando de conseguir sin apoyo alguno que su bebé se alimentara con leche materna recibió este comentario de un pediatra. Si te los han mandado es por algo. Algo así como un “tú no sabes, tú eres incapaz, tú no lo vas a conseguir. Podría ayudarte si supiera, pero como no sé, dale biberón y así seguro que come y se alimenta”.
Es tan lamentable el trato que reciben muchas madres, tanto en el momento de parir, como después de hacerlo, que no entiendo cómo no se quejan más.
“Ya te cansarás”
Tras ver que la madre, con su bebé de siete meses, seguía empeñada en desoír las recomendaciones de empezar a dar biberones, la pediatra creyó conveniente darla por imposible y por perdida con un “ya te cansarás”, porque claro, ella lo hacía por su bien (si es que hay madres tan desagradecidas).
Cuando se te acabe la leche vienes y te receto una
Esto no es una crítica, ni una falta de apoyo, sino una simple falta de información. Muchos médicos (pediatras y no pediatras) y muchas personas siguen creyendo que la leche, un buen día, desaparece.
Quizás piensen que la mama de la mujer tiene un límite de producción, quizás a los 500 litros producidos el pecho deja de emanar leche, quizás es más bien en un momento entre el sexto y el octavo mes, o quizás ocurra en el tercer mes, cuando a nuestras madres se les retiraba la leche.
El caso es que el pecho no deja de producir leche mientras haya demanda, es decir, mientras el bebé succione. Ya se conocen casos de niños de hasta 9 ó 10 años (quizás haya de más) que aún toman leche materna de tanto en cuanto que pueden corroborar dicha afirmación.
Por lo tanto no tiene demasiado sentido una frase tan afirmativa (“cuando se te acabe la leche”), ya que la leche no tiene por qué acabarse si el bebé succiona. Por otro lado la leche artificial no necesita ser recetada ni recomendada. Cualquier madre puede ir a comprar a la farmacia o a un supermercado la fórmula que le parezca más adecuada.
¿Cuando le destetarás, a los 15 años?
Esta es una pregunta muy típica, que también se puede llegar a oír de forma similar como “¿lo destetarás cuando vaya a la mili?”, que sería nunca, ya que ahora ya no hay mili, o “¿qué esperas, a que cambie tu teta por la de la novia?”.
Lawrence Gartner, presidente del grupo de trabajo de lactancia de la AAP (Asociación Americana de Pediatría) explicó en la última declaración que se ha hecho al respecto, que data de 1997, que “la Academia no ha establecido un límite (para la lactancia). Hay niños que son amamantados hasta los 4, 5 o 6 años. Esto puede ser poco frecuente, pero no perjudicial".
Dicho de otro modo, cada vecina que cuide de su puerta o que cada madre amamante a su hijo hasta que le de la real gana. El límite debe establecerlo la mamá, el hijo o ambos. Como no hay ningún tipo de contraindicación a amamantar a un hijo de manera prolongada, no tiene sentido que un pediatra haga este tipo de preguntas. Si además añadimos que la pregunta es una increíble falta de respeto hacia una madre que no está haciendo nada malo, la gracia (o la desgracia) es completa.
Se burló de mi cuando le dije que el pecho además de alimento es consuelo
Dar el pecho es dar a un bebé un gran alimento para su desarrollo en todos los sentidos pero es, además, un momento íntimo entre madre e hijo que proporciona succión y contacto piel con piel. Creo que todos damos por hecho que un abrazo es consuelo, que tocar la piel de un bebé le relaja y que la succión hace que, si está nervioso se calme. Pues con todas estas premisas claras, no acierto a entender cómo un pediatra no acepta que dar el pecho pueda consolar a un bebé o a un niño.
Como con el punto anterior, si este no entendimiento se convierte en una burla, poca humanidad y poca educación está mostrando el pediatra.
No todo son malas hierbas
Espero que no se malinterpreten estos posts, porque no tienen la intención de atacar a un colectivo, ni mucho menos, sino poner de relieve algunas de las frases que pueden llegar a recibir las mamás que acuden al pediatra que, lo último que esperan, es recibir críticas o mala información.
En el caso de las mamás encuestadas, tenían información suficiente acerca de la lactancia como para ser capaces de cribar las frases correctas de las incorrectas, la buena información de la mala y la buena educación de la mala.
Sin embargo no todas las madres están igual de informadas, y cientos de ellas salen de la consulta del pediatra pensando que cualquier día se quedan sin leche, que están haciendo un mal a su hijo por darle de mamar más de ocho meses o que a partir de los seis meses no tiene sentido seguir dando el pecho porque la leche se convierte en agua.
Estos posts van para todas ellas, para aquellas que dejaron de amamantar a sus hijos a pesar de haber querido hacerlo durante más tiempo y para todas aquellas que quieren amamantar a sus bebés más de lo que su entorno espera.
Dentro de unos días explicamos lo que pueden llegar a decir las enfermeras acerca de la lactancia materna.
Fotos | Flickr – Uqbar is back, en.en
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