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7 claves para vivir una lactancia materna feliz

Dar el pecho a tu pequeño es uno de los momentos más felices que puedes compartir con tu hijo. Resulta difícil de explicar la ternura de ver alimentarse a tu hijo, resguardado del mundo en tu seno. Es una experiencia muy tierna que merece la pena, por todos los beneficios que tiene la lactancia materna tanto para ti como para tu hijo. A nivel de salud, a nivel emocional, e incluso a nivel de comodidad en tu vida. Estas siete claves te harán vivir la lactancia materna de manera feliz:

Empieza cuanto antes

Tras el parto, los médicos recomiendan el contacto piel con piel de la madre con el niño. Si no es posible los segundos posteriores, que sea cuanto antes. Las pruebas que le tienen que hacer al niño deben ser lo más rápidas y lo menos molestas posibles. El bebé acaba de nacer y necesita oler, tocar y sentir el calor de su madre. Comprueba que en la clínica u hospital en el que vas a dar a luz tienen un protocolo de partos que asegura un tiempo para estar con tu niño e incluye ese contacto piel con piel en tu plan de parto.

Los recién nacidos tienen muchas ganas de mamar según nacen, y verás que fácil resulta cómo se agarran al pecho. Tomarán solo unas gotas de calostro, pero serán suficientes para recuperarse del parto. Se ha comprobado que cuanto antes empiece la lactancia, más fácil es que todo vaya sobre ruedas.

Adopta una postura cómoda y relajada

Mi recomendación es que te sientes en una silla y apoyes bien la espalda en ella. Si inclinas la espalda hacia el niño para ofrecerle el pecho acabarás con dolores de espalda. Una almohada de lactancia te ayudará a dar el pecho de manera confortable y reducirá la tensión en brazos, espalda y cuello. La almohada de lactancia Boppy de Chicco está disponible en varios colores y te resultará muy manejable y fácil de adaptarse a ti y a tu bebé.

Con el tiempo, podrás dar el pecho de distintas posturas, incluso andando o tumbada en la cama, pero para ello debes primero dominar la técnica.

Siéntete segura de ti misma

La lactancia puede ser complicada al principio, si ves que te salen grietas o que el bebé no toma lo suficiente. La subida de la leche, con las molestias habituales, puede ser otro momento crítico. Lo más importante es que estés segura de ti misma, de que lo vas a hacer bien y no te hundas ante las adversidades, que aceptes el momento con positividad y luches por una lactancia feliz y prolongada. Tú también puedes dar el pecho. Las molestias de los primeros días se pasan enseguida y cuando la lactancia está bien establecida, todo resulta mucho más fácil y agradable.

Pide ayuda si la necesitas

La lactancia es una labor no solo de la madre. La pareja y la familia deben apoyarte, liberándote del resto de tareas de la casa para que puedas estar con tu hijo y darle el pecho cuando lo necesite. El bebé marca los tiempos. Si notas molestias, te duele mucho el pecho o te salen grietas, si tienes algún problema, no tardes en acudir a tu matrona o al pediatra. Un experto en lactancia te puede asesorar, porque a veces el único problema es que el agarre del pecho no es el correcto.

Encuentra el sacaleches adecuado para ti

Si quieres prolongar la lactancia incluso cuando empiezas a trabajar o simplemente, necesitas unas horas para ti y vas a estar ausente, necesitarás un sacaleches. Te será de utilidad para poder tener leche materna lista para que el bebé la tome cuando necesite y no sea tan dependiente de estar a su lado en todo momento. Los sacaleches eléctricos tienen un diseño cómodo y fácil de usar, que consigue una buena y rápida producción de leche sin esfuerzo, como el sacaleches eléctrico portátil de Chicco.

No mires el reloj

El niño no hace las tomas a horas fijas, ni tiene un tiempo establecido por toma. Olvídate de lo que dicen las abuelas de comer cada tres horas, y diez minutos en cada pecho, eso era lo que decían antes y la lactancia tenía más índice de fracaso. La lactancia materna es a demanda, cuando el niño necesita y por el tiempo que quiera estar al pecho. Primero deja que vacíe uno de los pechos completamente y después ponle al otro por si quiere tomar más.

Elige ropa cómoda

Cuando estás embarazada estás deseando primero, ver al niño, y segundo, volver a tu ropa de antes, pero la lactancia también tiene sus limitaciones en cuanto a la ropa que puedes usar. Elige ropa cómoda, que te facilite el acceso al pecho en cualquier momento. Usa sujetadores de lactancia y utiliza discos absorbentes para evitar goteos de leche, y para que el pecho esté seco y limpio en todo momento.

Verás lo bonito que resulta dar el pecho y cómo tu niño crece sano y feliz gracias a la lactancia materna.

En Momentos Chicco

Foto | Flickr Centro guna

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