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Alimentación a partir de los 12 meses: comiendo como los mayores

Cuando el bebé cumple su primer añito, la mayoría de pediatras recomiendan dar un paso más en su alimentación y empezar a ofrecerle la misma comida que comen los papás. En esta etapa, los bebés deberán dejar atrás las comidas trituradas, si es que aún las tomaban, para ingerir los alimentos sólidos, igual que nosotros. Desde Momentos Chicco os queremos dar algunas pautas para que esta transición sea sencilla y todo vaya sobre ruedas.

¿Con cuchara o sin cuchara?

Algunos padres deciden empezar la alimentación complementaria, a los 6 meses, ofreciendo los alimentos cortados a trozos pequeños o simplemente chafados con un tenedor. Este método, alternativo a la cuchara y a ingerir todos los alimentos triturados, presenta ventajas como, por ejemplo, que es una transición más natural entre la lactancia y la ingesta de alimentos sólidos, según los expertos.

Esta forma de alimentación se puede iniciar aunque el bebé no tenga dientes, ya que si le ofrecemos alimentos blanditos o que se deshagan fácilmente, los masticará con sus encías, aprendiendo así el proceso de masticación y a tragárselos correctamente. Las verduras, el pan, la pasta y la fruta son algunos de los alimentos ideales para empezar.

Si estáis en este grupo, seguramente y casi sin daros cuenta, vuestro bebé ha ido aprendiendo por sí mismo a comer los mismos alimentos que preparáis en casa habitualmente, siendo uno más en la mesa.

Cómo introducir los sólidos

Aunque el Baby Led Weaning es un método cada vez más recomendado y avalado por pediatras, no todos los bebés, ni todos los padres, están preparados para iniciar la alimentación complementaria de esta manera. En cualquier caso, si decidisteis empezar por las papillas y purés, o bien hacer un método mixto combinando ambas opciones, debéis saber que, sobre los 12 meses, aproximadamente, es momento de comenzar a sustituir las comidas basadas en triturados.

Una buena forma de hacerlo es ofrecer al bebé los purés menos triturados y más espesos durante unos días. Así, empezará a notar una textura más gruesa en los alimentos y su paladar se irá habituando a esta densidad que hasta ahora no conocía. Este proceso lo podéis hacer de forma progresiva, pasando de los finos purés que hasta ahora preparabais hasta ofrecer las verduras trituradas solo lo justo y con muy poca agua, de manera que, al final, acabará notando pequeños trocitos de comida que deberá masticar y tragar.

Es importante supervisar siempre el proceso, observando cómo toleran la comida

De manera simultánea, también podéis ofrecer otros alimentos sólidos, como por ejemplo pan, plátano, pera, arroz o fideos, dejando que se los lleven a la boca ellos solos, conociendo las texturas y sabores de cada producto. Es importante que superviséis siempre el proceso, observando cómo toleran la comida para evitar atragantamientos. Y así, poco a poco, id incorporando de forma progresiva nuevos alimentos que les gusten hasta dejar atrás las papillas.

Debéis tener en cuenta, y esto es algo que frena a muchos padres a abandonar los triturados, que masticar es un proceso que cansa, y que es normal que coma menos que cuando les ofrecéis un puré, ya que ahí simplemente deben abrir la boca y tragar. Pero este esfuerzo para comer como los mayores deberán hacerlo tarde o temprano, así que no desesperéis si veis que comen tan solo unos pocos trocitos.

Nuevos alimentos a incorporar

Entre los 6 y los 12 meses, los bebés empezarán a probar la mayoría de alimentos de nuestra dieta. Algunos productos, sin embargo, los comenzaremos a ofrecer pasado el año de edad, por ser considerados alérgenos. Recordad que los nuevos alimentos que vayáis incorporando a la dieta del bebé debéis ofrecérselos de uno en uno, esperando al menos 3 días antes de introducir uno nuevo, para observar posibles reacciones, intolerancias o alergias.
Los nuevos alimentos que incorporemos a la dieta del bebé hay ofrecérselos de uno en uno

Así, en esta etapa, vuestro bebé podrá empezar a comer pescado azul y legumbres. Si además cumple el año en estas fechas, podrá disfrutar de la estacionalidad de algunos frutos rojos, como las fresas, y los melocotones, cuya ingesta también se recomienda iniciarla a partir de los 12 meses.

A partir del año también se recomienda ofrecer a los peques verduras de hoja verde, como acelgas o espinacas, una vez por semana. Con la misma frecuencia le podéis ofrecer un huevo cocido, dándole a probar primero la yema y pasados unos días, la clara, que es la parte que provoca más alergias. La leche de vaca y sus derivados, yogur o queso tierno, también se pueden empezar a consumir a partir de los 12 meses.

En esta etapa podéis empezar a añadir sal a sus comidas, siempre en pequeñas cantidades, y deberéis seguir controlando la ingesta de azúcares. Para preparar la comida, lo ideal es que optéis siempre por el aceite de oliva.

Comiendo sano, comiendo en familia

Una de las grandes ventajas de que los peques coman como los mayores es que podréis empezar a cocinar el mismo menú para toda la familia. Esto, además de ser más cómodo y práctico, es muy beneficioso para los niños, que desde bien pequeños comen lo mismo que sus padres, lo interiorizan como una alimentación adecuada y establecen una relación muy sana y natural con los alimentos y con el propio acto de comer.

Por ello es ideal que os sentéis todos juntos a la mesa, siempre que las obligaciones laborales lo permitan, y disfrutéis en familia de los ratos de las comidas. Olvidaos de la tele y el móvil, y aprovechad para conversar, reír y explicaros cómo ha ido el día en el trabajo o qué tal el cole. Además de ser momentos únicos y especiales, según los expertos, comer en familia evita algunos trastornos de conducta alimentaria.

Para que los peques sean uno más en la mesa deben sentirse como tal. Por eso es importante que les prestemos atención, interactuemos con ellos y participen, a su manera, disfrutando de ese momento.

Deben, además, sentirse cómodos y a nuestra altura, por lo que es recomendable que elijáis una trona que les resulte confortable y os permita regularla a la altura que deseéis. Esta y muchas más prestaciones las encontraréis en la Polly Progres5, de Chicco. Se trata de una trona evolutiva fácil de adaptar al crecimiento del bebé y que podréis usar desde su nacimiento, como una hamaca, hasta los 36 meses, primero como trona convencional y luego como un asiento elevador. Podéis ver más detalles en este vídeo.

Si tenéis en consideración estos consejos, la transición de la comida triturada a los sólidos será mucho más sencilla y respetuosa para vuestro bebé. En definitiva, se trata de implicarlo en la mesa y proporcionarle alimentos adecuados para que aprenda a comer como los mayores.

En Momentos Chicco


Fotos|iStock: FamVeld / veSuarez / PavelKriuchkov / monkeybusinessimages

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