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Cambiar el pañal: consejos esenciales para que todo salga bien

Una de las primeras cosas que como padres primerizos tenemos que hacer es la de cambiar el pañal del recién nacido y, aunque pasado un tiempo, nos convertimos en unos auténticos expertos gracias a la práctica adquirida tras haberlos colocado varias veces al revés, aquí tienes unos consejos que te ayudarán a perfeccionar la técnica.

Cuándo debemos cambiar el pañal

Lo primero que tienes que tener claro es que la piel de tu bebé es muy sensible y, por tanto, debes evitar que las heces y/o la orina permanezcan mucho tiempo en contacto con ella. Así que, en la medida de lo posible, debes cambiarle el pañal cada vez que el recién nacido orina o hace caca para evitar posibles irritaciones u otras erupciones en su zona íntima.

El sentido común te dirá la frecuencia con la que debes cambiar el pañal puesto que tu prioridad será mantener a tu bebé cómodo y sequito pero, como norma general, un recién nacido puede utilizar hasta diez pañales en un día. Lo ideal, en la medida de los posible, es cambiarlo en cuanto lo notes húmedo. En el caso de las heces será fácil detectarlas pues su fuerte olor las delata. En cuanto a la orina, lo normal es que tras cada toma, como mínimo, le cambies el pañal sobre todo si está demasiado hinchado.

Qué necesitarás

Asegúrate que todos los utensilios que necesitas te quedan cerca cada vez que tengas que cambiar un pañal a tu bebé. Es importante que te laves y seques las manos y que elijas un lugar limpio, cómodo y calentito para colocar a tu bebé y proceder al cambio.

Necesitarás un pañal nuevo de su talla, agua tibia y algodón para limpiar una piel sensible o las recurridas toallitas limpiadoras húmedas, una toalla de algodón para secar la piel ya limpia, un cambiador portátil si te encuentras fuera de casa y una crema lenitiva como la pasta balsámica Baby Moments de Chicco que está especialmente formulada para evitar las erupciones cutáneas producidas por el pañal gracias al óxido de zinc (10%), que crea una barrera protectora transpirable, y al pantenol que ayuda a la regeneración de su piel.

Paso a paso del cambio

Una vez tienes todos los utensilios a mano así es como deberás cambiar el pañal de tu bebé:

  1. Coloca a tu bebé sobre su espaldita, suelta los cierres adhesivos de su pañal sucio y pégalos para que no rocen la piel del bebé. No lo saques todavía.

  2. Si lleva caca procede a limpiársela (siempre de delante hacia atrás, sobre todo si tu bebé es una niña) antes de retirar el pañal sucio. Si es meconio, es decir, las primeras heces del bebé, es más pegajoso con lo que la limpieza tiene que ser más estricta así que es probable que necesites algo más que una toallita húmeda. Para estos casos, utiliza agua tibia y jabón específico y recuerda secar su piel antes de continuar. No olvides limpiar los pliegues que tu bebé puede tener entre los muslos y las nalgas.

  3. Con una mano, sujeta al bebé por los pies y levántale las piernas hasta que las nalgas se eleven y puedas retirar el pañal sucio con la otra mano.
  1. Con la piel ya sequita (bien porque se ha secado al aire o porque hemos utilizado papel o algodón para hacerlo), aplica una pequeña cantidad de la crema lenitiva Baby Moments de Chicco, libre de parabenos, colorantes y alcohol. Dermatológicamente testada en pieles sensibles e hipoalergénica. Gracias a ella tu bebé estará protegido de cualquier tipo de irritación.
  2. Vuelve a coger con una mano los pies de tu bebé y levántale ligera y suavemente las nalgas para colocarle el pañal nuevo. Recuerda que la parte que tiene los cierres adhesivos es la que se deberá poner bajo las nalgas. Pasa entre las piernas la parte delantera del pañal y ajústalo de manera que el pañal recoja completamente las partes íntimas de tu bebé, llevando cuidado de no apretarlo demasiado ni de dejarlo demasiado suelto.
  3. Viste al pequeñín, lávate las manos y ¡prueba superada!

Seguramente, en algún momento, vivirás alguna "lluvia sorpresa", que puede ser especialmente "divertida" si tu bebé es un varón, así que, como es algo inevitable por lo que pasarás tarde o temprano, te aconsejamos que utilices un pañal limpio para tapar el pene de tu bebé mientras realizas el cambio o que tengas a mano papel higiénico para limpiar el "desastre" lo más rápido posible.

Precaución con el cordón umbilical

Si tu bebé todavía tiene el cordón umbilical con la pinza debes llevar especial cuidado para que no se ensucie y evitar así una infección de ombligo. Lo normal es que quede bien protegido y fijo por debajo del pañal, teniendo la precaución de colocar el pene del recién nacido, si es varón, hacia abajo para evitar que al orinar moje esa delicada zona.

Una vez se haya caído la pinza, debes seguir manteniendo los mismos cuidados y precauciones hasta que el ombligo haya cicatrizado por completo.

Esperamos haberte ayudado a solucionar las dudas del cambio de pañal y ahora que ya te sabes la teoría, ¡toca practicar!

En Momentos Chicco

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