Sobre los 9 meses nuestros bebés empiezan a gatear. Todo se debe a un avance más en su desarrollo y crecimiento, ya que su cuerpo va alcanzando progresivamente las curvaturas normales de la espina dorsal. Te contamos por qué esta etapa es tan importante y cómo ayudarle en sus primeros pasos.
La importancia del gateo
El camino empieza con la lordosis cervical, más o menos hacia las seis semanas de vida cuando los bebés consigue sostener la cabeza estando boca abajo.
Más tarde de los 6-7 meses empezarán a sentarse. Finalmente, cuando comienzan a gatear y a dar los primeros pasos se produce la lordosis lumbar, es decir, su columna ya está totalmente preparada y curvada para mantener una posición erguida.
Según muchos profesionales, el gateo es necesario para aprender a caminar bien y a mejorar la coordinación motora, ya que con él se amplia progresivamente el campo visual. Además los bebés gateadores podrán sentir las diferencias entre distintas superficies y texturas, así como los cambios de desnivel en cualquier lugar.
Hay que tener en cuenta que mientras gatean, los bebés no necesitan concentrarse en el equilibrio y así pueden aprender otras habilidades como señalar, hablar, reír... Otra cosa que consiguen con el gateo es percibir la profundidad de campo, es decir, qué objetos le quedan más cerca o más lejos.
Gracias a esta actividad, los bebés se preparan progresivamente para caminar y a su vez, exploran el mundo con otros ojos.
¿Cómo podemos motivar a nuestro bebé?
Cuando un bebé tiene ganas de gatear se nota porque cuando lo colocas boca abajo no para de moverse de un lado a otro. Puedes ayudarle a moverse con algún gimnasio para bebés o poner objetos que le llamen la atención alrededor. Con una cesta de los tesoros o juguetes musicales o luminosos que le llamen la anteción conseguirás que tu bebé se vaya desplazando lentamente.
Todo es cuestión de tiempo pero a veces con una simple pelota podemos conseguir que jueguen con ella e intenten alcanzarla y alejarla. Por eso encontramos tantos tipos de balones de tela y de texturas que ayudan a despertar el interés de nuestros pequeños.
Por otra parte, es importante saber que no debemos forzar a los pequeños a gatear, es algo que deben iniciar de forma espontánea. Si tu bebé llora es probable que este incómodo y quiera cambiar de posición. Hay bebés que simplemente deciden ponerse de pie y se olvidan de gatear, así que lo mejor es respetar sus ritmos.
Muchos padres tienden a preguntarse cuándo gateará su bebé y a veces nunca llega a suceder, lo mejor es que ante cualquier duda, consultéis a vuestro pediatra.
Zapatos para los primeros pasos
Cuando los bebés empiezan a ponerse de pie y se sostienen durante mucho rato erguidos es el momento de buscar un buen zapato para que empiecen a caminar. Es importante escoger bien sus primeros zapatos, para que nuestros pequeños se sientan seguros y sus pies no sufran.
Los zapatos deberán ser ligeros y suaves para que se adapten al pie completamente como los modelos Gatea de Chicco. Su suela flexible ayudará a que el pie pueda moverse libremente y están pensados para adaptarse a la flexión natural y a los movimientos de nuestros bebés.
Por otra parte es necesario que tengan suelas antideslizantes para evitar caídas o resbalones. Lo recomendable es que le sobren unos seis centímetros por delante para que los zapatos le ajusten bien al usar calcetines. Los pies de los bebés en estas etapas crecen muy rápido por lo que hay que controlar que no se queden pequeños.
Podemos encontrar muchos modelos preciosos pero deben adaptarse a la etapa evolutiva de nuestros bebés. No es lo mismo comprar un zapato para las primeras etapas de pregateo que para un bebé que ya gatea, y necesita un zapato diseñado para guiar el movimiento de sus primeros pasos.
Un calzado adecuado, un poco de motivación y por supuesto permanecer siempre cerca del bebé para que se sienta confiado y seguro, es todo lo que necesita para seguir avanzando en esta etapa de su desarrollo.