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Le pilló el resfriado: cómo hacer que tu peque se sienta mejor

Es época de catarros y resfriados. Cuando los peques están malitos, precisan más atención y cuidados que nunca, aunque hay ciertas cosas que podemos hacer en casa para conseguir que los niños se sientan mejor cuando cogen un resfriado. Con paciencia, comprensión, empatía y muchos mimos podemos confortarles. Te contamos cómo ayudar a tu peque a superar el resfriado.

Lavados nasales

Cuando la nariz se encuentra taponada por la mucosidad, los lavados nasales con mono dosis de suero fisiológico o sprays de agua de mar ayudan al niño a respirar mejor. La manera correcta de realizar un lavado nasal es taponando el orificio contrario al que estamos lavando para que la solución salina entre por completo en las fosas nasales.

Los lavados nasales se pueden repetir siempre que sean necesarios, pero sobre todo es conveniente realizarlos al levantarse y antes acostarse, antes de comer o de tomar el pecho y cuando la nariz del peque esté goteando.

Los lavados nasales ayudan a eliminar la mucosidad

Si la congestión es muy fuerte, el sacamocos es una de las alternativas que se suelen aplicar, aunque hay que tener cuidado porque no resulta tan recomendable como se pensaba. Ante la duda, consulta con tu pediatra la manera correcta de utilizarlo y cuántas veces puedes usarlo al día.

Por último, seguramente la nariz de nuestro peque se encuentre irritada de tanto sonarse. En este caso, lo mejor es contar con una crema adecuada y específica que forme una película protectora para cuidar la piel de esta zona.

Mantener la hidratación y hacer baños de vapor

Cuando el peque está resfriado, mantener un buen nivel de hidratación resulta recomendable y necesario. Controla su temperatura varias veces al día y hazle beber líquido en abundancia ya que es útil para prevenir la sequedad que irrita la nariz y la garganta, ayudando a eliminar las secreciones.

Aunque no le apetezca demasiado, tratad de tentarle teniendo siempre cerca agua fresca y ofreciéndole líquidos que sean adecuados para su edad (leche, agua, sopas, caldos, zumos, infusiones, etc.). Beber mucho líquido ayuda a expulsar los virus culpables del contagio con más rapidez y mayor facilidad.

Beber mucho líquido ayuda a expulsar los virus

Los mocos impiden que el peque respire correctamente y, por lo tanto, se sienta incómodo e irritado. Para que la mucosidad se diluya y sea expulsada, es recomendable hacer baños de vapor mediante humificadores o vaporizadores.

Humedecer el aire ayuda a respirar mejor al niño, ya que se eliminan los mocos espesos y se lubrican la vías áreas. También puedes utilizar esencias naturales descongestionantes, como eucalipto o romero, para dilatar los bronqios y favorecer la respiración del peque.

Practicar el apego

La estabilidad emocional es un factor clave para la recuperación de los peques. Según los especialistas, los niños felices se constipan menos y se recuperan antes que el resto. No es un truco de magia. Esta teoría tiene un fundamento médico elemental: el estrés disminuye las defensas, y nada estresa más a un niño pequeño que sentirse desatendido o ignorado por sus padres.

Los niños felices se constipan menos y se recuperan antes que el resto

Para favorecer la recuperación de nuestros peques, tenemos que ser comprensivos y empáticos. Para ellos sus papis son todo su mundo. A su lado se sienten seguros, queridos, protegidos y satisfechos. Mientras tu peque esté malito, necesitará más mimos de lo habitual.

Dedicadle tiempo, podéis jugar con él a cosas tranquilas o leerle un cuento acurrucados en la cama. Turnaros para permanecer junto a él la mayor parte del tiempo posible y mantenedle entretenido para que su estado de ánimo no decaiga.

Si se siente mal por la noche, no le dejéis dormir solo. Practicar el colecho os puede servir de mucha ayuda. La cuna de colecho Next2Me de Chicco nos permite practicar el colecho y poder estar más pendientes de las necesidades del bebé cuando este más las requiere. Además, gracias a su sistema de inclinación de la base, el peque podrá respirar mejor durante la noche, tendrá menos tos y la mucosidad no será un inconveniente para su descanso.

Puede que no exista un remedio totalmente eficaz para combatir los gérmenes y virus causantes de la gripe o el resfriado, pero hacer feliz a un niño es fácil: basta con dedicarle tiempo y ofrecerle nuestra atención. Con estos sencillos consejos, reposo y dedicación, nuestro peque se sentirá mucho mejor y, por tanto, se recuperará más rápido.

En Momentos Chicco

Imágenes | iStock / perkmeup / Oneblink-cj.

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