Si poco tiempo después de haber comido, o incluso mientras está comiendo, tu bebé expulsa unas pequeñas bocanadas de leche, lo más seguro es que tenga reflujo gastroesofágico. Es un problema frecuente durante los primeros meses de vida de un niño. ¿Sabes por qué se produce? Y, lo más importante, ¿cómo solucionarlo?
Qué es el reflujo y por qué se produce
El reflujo gastroesofágico (RGE) se da de forma frecuente en los bebés. Es propio de los seis primeros meses de vida, y se produce porque el aparato digestivo del bebé aún está inmaduro. Su organismo aún está desarrollándose y, como consecuencia, no puede realizar correctamente las funciones digestivas.
El reflujo se produce cuando el esfínter que separa el esófago del estómago (el cardias) no cierra bien, por lo que parte de la toma (compuesta por leche agriada por los jugos gástricos del estómago) sube por el esófago y vuelve del estómago a la boca.
Síntomas
El reflujo se manifiesta por regurgitaciones: parte del contenido del estómago vuelve a salir por la comisura de los labios.
El lactante que sufre reflujo gastroesofágico regurgita a menudo mientras está comiendo o entre toma y toma, incluso cuatro o cinco horas después de la última comida.
Aunque a veces se confunde con los cólicos, porque puede provocar agitación y llanto, la regurgitación se presenta a cualquier hora del día y continúa más allá del del tercer mes.
Tratamiento y medidas contra el reflujo
En algunas ocasiones el reflujo se resuelve espontáneamente y en otras requiere un tratamiento. En este último caso, puede que el pediatra recete al niño un antiácido suave para que podamos administrárselo. Este medicamento favorece el efecto de esfínter en la zona del cardias y termina con el problema.
Además de la medicación, hay otras medidas que ayudan al bebé a controlar su reacción de expulsión:
- Coloca su cabeza más alta que su estómago cuando come. Así evitarás que el alimento vuelva del estómago a la boca con la ayuda de la gravedad.
- Aliméntale en cantidades pequeñas. La alimentación excesiva empeora el vómito ya que es más fácil que se produzca el reflujo si el estómago está completamente lleno. Disminuye la cantidad de alimentos que administras a tu bebé y aliméntalo cada menos tiempo si hace falta.
- Practica una lactancia relajada o dale las tomas de biberón con tranquilidad y despacito, dejándole eructar y descansar tantas veces como necesite. Si llora, hay que esperar a que se calme antes de seguir alimentándole.
- Si le damos biberón, debemos usar aquellos que sean específicos y dispongan de una tetina adecuada y válvula anticólicos, muy útil para reducir la ingesta de aire, ya que los gases podrían empeorar el problema.
- Después de alimentarle mantén al bebé en posición vertical durante 30 minutos en tus brazos, facilitarás su digestión.
- Evita apretar los pañales y usar prendas con elásticos fuertes en la zona de la tripa. La presión sobre el estómago podría empeorar el problema.
- Procura que descanse y se relaje después de cada toma. No dejes que se agite para prevenir el reflujo y el vómito.
- Eleva un poco el cabecero de su cuna, para que la gravedad ayude a prevenir el reflujo mientras duerme. Se recomienda levantar la cabecera de la cuna unos 45 grados.
En esta situación, nos resultará útil una cuna como la Cuna Next2Me, homologada de 0 a 6 meses, ya que permite utilizarse con la base inclinada y regular la inclinación para reducir regurgitaciones. Además, descansar en posición completamente horizontal con la cabeza algo más elevada, ayuda al bebé a hacer bien la digestión y a respirar mejor.
También resulta muy práctica para hacer una lactancia tranquila (condición necesaria para que se reduzca el reflujo), y para mantener a nuestro bebé más cerca y vigilado en todo momento. La lactancia se vuelve mucho más cómoda y placentera por las noches, tanto para el bebé como para la mamá, y se facilita el sueño de ambos.
Además, eliminando la pared lateral de la cuna, podremos atender a nuestro bebé más rápida y eficazmente en caso de necesitarnos. La Cuna Next2Me puede anclarse a nuestra cama eliminando así las barreras físicas que nos separan de nuestro bebé. También dispone de una ventana con rejilla para que podamos observarle mientras descansa durante el día.
Siguiendo estas sencillas pautas mejoraremos considerablemente la situación del pequeño. Si el problema persistiera, debemos consultar nuevamente con nuestro pediatra.
En Momentos Chicco
7 aspectos importantes al escoger un biberón que quizá no has tenido en cuenta
Llantos en el coche: cómo preparar un viaje largo con tu bebé
Imágenes | iStock / CARTERA Jean-Philippe / Castenoid / Evgenyatamanenko.