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Peques a la moda: complementos para ir guapos y protegidos de cara al buen tiempo

Con la llegada de la primavera, el tiempo de ocio al aire libre aumenta. Las tardes se alargan, hace más calor y lo que más apetece es disfrutar en familia dando un buen paseo, en el parque, en una terraza tomando algo o incluso realizando las primeras escapadas a la playa. No debemos olvidar, sin embargo, que cuando los termómetros empiezan a subir hay que protegerse de los rayos solares con productos y complementos adecuados, sobre todo los niños. ¿Está reñida la protección con la moda? ¡Por supuesto que no! Aquí os dejamos algunos consejos para ir guapos y protegidos en los próximos meses.

Proteger la piel, también en días nublados

Disfrutar del buen tiempo y del sol nos encanta pero hay que tener en cuenta que las radiaciones ultravioletas pueden ser muy perjudiciales para la salud si no tomamos las precauciones adecuadas. Los bebés y niños menores de 3 años son los más sensibles, así que debemos ser especialmente cautos con ellos y, siempre que podamos, evitar la exposición solar directa, por ejemplo permaneciendo en sitios sombreados o usando sombrillas y parasoles.

Para prevenir los efectos del sol lo primero que debemos proteger es la piel. Para ello, conviene que siempre que realicemos actividades al aire libre usemos un protector solar adecuado para nuestro tipo de piel y lo vayamos aplicando con frecuencia, especialmente si nos bañamos. En el caso de los peques debemos usar un factor de protección solar (FPS) de 30 o superior, tal y como recomienda la Asociación Española de Pediatría (AEPED).

Este ritual conviene seguirlo también en los días nublados, ya que las nubes permiten el paso de las radiaciones ultravioleta. En el caso de los menores de 6 meses, no es recomendable aplicar protectores solares, pero si no podemos resguardarles en la sombra y con ropa adecuada, podemos utilizar una pequeña cantidad de crema solar con un FPS 15 en zonas como la cara y el dorso de brazos y manos, siguiendo las recomendaciones de cómo cuidar nuestra piel de la AEPED. Pero recordad que la piel de los bebés tan pequeños es muy delicada, así que lo mejor es que no les dé el sol.

La ropa, un gran aliado

Las prendas de vestir son un gran aliado frente a las radiaciones ultravioleta, ya que actúan como barrera e impiden la incidencia directa de los rayos de sol en la piel. Cuando el calor empieza a apretar, conviene que usemos prendas de tejidos frescos y transpirables, que no nos darán tanto calor. Debemos optar por telas finas y por colores claros porque son más agradables ante las altas temperaturas.

Para los peques conviene apostar por looks cómodos, ya que no paran quietos ni un momento y eso aumenta su calor corporal, y lo más livianos posibles. Camisetas y pantalones de algodón, bermudas de lino o camisas de seda para seguir yendo a la moda pero protegidos del sol y de las temperaturas elevadas.

¿Y qué debemos hacer en la playa o la piscina? En este tipo de situaciones también conviene proteger la piel al máximo. Además de las cremas fotoprotectoras, existen prendas de ropa con filtros UV para frenar las radiaciones solares que son especialmente adecuadas para los más pequeños de la casa. Así, debemos proteger a los niños con bañadores y camisetas que incluyan el Factor de Protección Ultravioleta (FPU) en su etiquetado. Si van a pasar muchas horas en el agua, porque realizan alguna actividad acuática por ejemplo, podemos optar por un bañador de cuerpo entero, en cuyo caso también le protegerá las piernas, además del cuerpo y los brazos.

Gorras, sombreros y pañuelos

La cabeza es una de las partes más delicadas cuando realizamos actividades al aire libre, ya que el sol incide directamente y, sin darnos cuenta, se puede ir acumulando la temperatura y provocarnos algún mareo o vahído. Por eso, debemos protegerla siempre, sobre todo en el caso de los niños, cubriéndola con alguna de las múltiples opciones disponibles, ya sea con una gorra con visera clásica, con un sombrero con alas, ¡tan de moda esta temporada! o con un pañuelo para los más atrevidos y coquetos. De esta manera, además de la cabeza protegeremos la cara y el cuello.

Tenemos tantas alternativas que podemos ir cambiando para combinar gorros y sombreros con nuestras prendas favoritas y tener alguna opción de repuesto en caso de que haya que lavarlos (muy frecuente en el caso de los peques) o se nos mojen en el agua. En cualquier caso, debemos optar también por tejidos frescos y transpirables.

Los ojos de los niños, los grandes olvidados

Aunque los adultos tenemos costumbre de usar gafas de sol a diario, se nos olvida que los niños también necesitan protección ocular, ya que la piel que rodea sus ojos es aún más delicada y sensible a las radiaciones UV. Tanto el agua, como la arena, el asfalto o las rocas (así como la nieve en los meses más fríos) reflejan los rayos del sol y eso puede dañar nuestros ojos. Pero además, las gafas de sol protegen a los peques (y a los adultos) del polen, tan presente en los días de primavera especialmente si sopla un poco de viento, y de la arena de la playa. Usando unas gafas de sol infantiles, además de seguros, irán requeteguapos y a la última moda con un complemento esencial de cara al buen tiempo.

Al elegir unas gafas de sol, ya sea para los adultos o para los pequeños, debemos buscar opciones seguras que cumplan con la legislación y con los estándares establecidos. Para los niños de 0 meses en adelante, Chicco cuenta con unas gafas de sol de policarbonato que ofrecen una protección UV del 100%. Además, son muy resistentes al ser flexibles y a prueba de rasguños.

En los meses más cálidos

Durante los meses más cálidos debemos tener en cuenta otras recomendaciones básicas para poder disfrutar del buen tiempo de manera segura, como por ejemplo evitar la exposición solar durante las horas centrales del día (entre las 12 y las 16 horas); siempre que podamos, permaneceremos en sitios sombreados; refrescarnos a menudo, con un baño, un chapuzón o mojándonos la nuca y dorso de las manos; beber mucha agua para hidratarnos y tomar alimentos ligeros y frescos, evitando las comidas copiosas.

Si seguís estos consejos, además de todas las recomendaciones anteriores (usar fotoprotectores, ropa con filtros UV, gorro y gafas de sol), estaréis protegidos de cara al buen tiempo y podréis sacarle el máximo partido a los meses de primavera y verano.

En Momentos Chicco

Fotos | iStock.com/Halfpoint/MarKord/Aldegonde

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