Los primeros meses de vida de nuestro bebé son claves para su futuro desarrollo. Por eso, además de atender a sus necesidades básicas, debemos prestar atención a sus necesidades afectivas, en primer lugar, y más adelante a las sociales.
Dar mucho cariño y atención a nuestro bebé es básico para sentar las bases de su carácter y personalidad futura. Responder a sus lloros o llamadas de atención durante los primeros meses no malcría a nuestro bebé, nuestros brazos le demuestran que no está solo y que sus demandas nos preocupan. Esto le da seguridad y confianza y le hace sentirse protegido.