Mucho se habla de los dolores en la espalda de las mujeres embarazadas pero lo cierto es que, una vez nace el bebé y a medida que este va creciendo, algunas de estas molestias vuelven a hacer acto de presencia. Cargar con más peso de la cuenta y adoptar posturas poco apropiadas suelen ser las causas más frecuentes de los problemas de espalda, algo que debe evitarse, ya que cuidar la espalda es fundamental para no tener problemas mayores en el futuro.
¿Por qué me duele la espalda?
El dolor de espalda es uno de los motivos más frecuentes de consulta médica y de baja laboral en nuestro país. Una de las causas principales de estos dolores son las malas posturas, gestos y movimientos que hacemos de manera cotidiana sin darnos cuenta y que, poco a poco, van afectando a los músculos y ligamentos de nuestro eje vertebral.
También tiene un efecto directo sobre la espalda el estrés y la tensión. La falta de ejercicio también puede ser la causa de las molestias en la espalda, ya que los músculos se debilitan. El exceso de peso, y cargar con kilos de más de manera brusca, es otro de los factores que contribuye a que aparezcan este tipo de dolores.
Si tienes un bebé, a medida que este vaya creciendo y aumentando de peso, verás que las molestias en la espalda, especialmente en las lumbares, aparecen con más frecuencia. Es importante que analices qué puedes hacer para mejorar en tu día a día para tratar de evitar estos dolores que, a la larga, pueden convertirse en un problema crónico.
Buenas (y malas) prácticas
Cargar con un exceso de peso no es adecuado y puede perjudicar tu espalda. Si tienes que coger varios bultos pesados hazlo desde una postura correcta, flexionando siempre las rodillas y con la espalda recta, sin inclinarla y evitando los movimientos bruscos.
Aplica este método también cuando vayas a coger al bebé para sentarlo en la silla de auto y también para bajarlo. Si quieres llevar a tu bebé en brazos, lo más cómodo para ambos es que utilices una mochila portabebés apropiada según su edad, sobre todo si vas a hacerlo períodos largos de tiempo.
A la hora de dormir, hazlo sobre un colchón firme que esté en buenas condiciones. Éste debe tener la dureza apropiada según nuestras necesidades. Intenta descansar en una posición correcta que no afecte negativamente a tu espalda, como por ejemplo boca arriba o de lado con las rodillas flexionadas, utilizando una almohada no demasiado alta.
Muévete
El ejercicio físico moderado es muy recomendable si padeces problemas de espalda, ya que te ayudará a fortalecer la musculatura y a mejorar la flexibilidad y movilidad de la espalda. Eso sí, conviene que después de hacer ejercicio realices estiramientos para evitar la sobrecarga muscular.
Algunos ejercicios son especialmente apropiados para las personas con molestias en la espalda, como la natación o caminar, ya que permiten tonificar y fortalecer la espalda sin realizar un sobresfuerzo. El yoga también es una práctica muy recomendable, que incluso puedes hacer con tus hijos.
Si la falta de tiempo es un inconveniente o prefieres realizar los ejercicios en casa, existen muchas opciones para fortalecer la musculatura de la espalda sin que os tengáis que mover del salón.
Tanto el yoga como los ejercicios posturales mencionados te ayudarán a destensar los músculos de la espalda. Si además combinas estas actividades con una buena respiración, evitarás molestias y dolencias de este tipo.
El peso justo
En el día a día, trata de ser práctica y no cargar con más peso del que tu espalda puede soportar sin resentirse. Prioriza qué necesitas realmente y evitar llevar encima más cosas de las imprescindibles. La salud es lo más importante y más vale dar dos viajes, que acarrear molestias musculares en el futuro.
Algunos accesorios pueden hacer tu vida más fácil y ayudarte a cuidar tu espalda. Cuando compres objetos de puericultura infantil procura que sean manejables, versátiles y plegables. El peso siempre es un factor a tener en cuenta, ya que tarde o temprano tendrás que cargar con ellos (para irte de vacaciones, a casa de los abuelos, subir al autobús…).
Cuidar la espalda, evitando los sobresfuerzos y realizando prácticas adecuadas, como mantener buenas posturas y realizar ejercicios diversos, evitará que tengas dolores y molestias en el futuro.
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