¿Tu escritorio parece más una zona de guerra que un espacio de trabajo? Si acumulas papeles sin ton ni son, saltando de un documento a otro sin encontrar nada a la primera, es hora de ponerle fin al caos.
Inspirándonos en el ingenioso método de las tres bandejas que propone la organizadora Paloma Pou, conocida como la "Marie Kondo de las oficinas", en su cuenta de instagram @simplesientabien, organizaremos tu escritorio en tres sencillos pasos.
¿Qué es el método de las tres bandejas?
Se trata de un sistema tan sencillo como efectivo, ideal para quienes lidian a diario con pilas de papeles y documentos. Su magia reside en categorizar tus tareas y documentos en tres bandejas específicas: entrada, actividad y salida. Cada una tiene un propósito claro que ayuda a mantener tu espacio despejado y tu mente enfocada.
1) Bandeja de entrada: el filtro inicial
Esta bandeja se convierte en el punto de partida de tu flujo de trabajo. Aquí depositarás todo documento o papel que llegue a tus manos y necesite revisión: facturas, correspondencia, informes… Lo importante es que nada se pierda por el camino.
Al agrupar todos los elementos nuevos en un único lugar, eliminas el riesgo de tener papeles dispersos o de olvidar tareas importantes. ¿El truco para que funcione? Reservar un momento al día para procesar esta bandeja y decidir qué destino tendrá cada elemento.
2) Bandeja de actividad: lo que está "en marcha"
Aquí colocas los documentos que estás utilizando o que requieren atención inmediata. Es la bandeja que contiene aquello en lo que estás trabajando activamente o lo que queda pendiente al final de tu jornada.
Por ejemplo, si estás redactando un informe y necesitas referencias adicionales, todos esos papeles estarán aquí, listos para que los retomes al día siguiente. Este espacio es tu "zona de acción" y te ayudará a mantener la continuidad en tus tareas, evitando distracciones.
3) Bandeja de salida: la etapa final
La bandeja de salida es para los papeles que ya han cumplido su función en tu escritorio. Facturas ya gestionadas, documentos listos para archivar o papeles que necesitan ser enviados.
Esta bandeja evita que el desorden regrese y te asegura que todo lo que pase por tu escritorio tenga un destino final. Eso sí, recuerda vaciarla con regularidad, ya sea archivando documentos o enviándolos al lugar que les corresponda.
¿Por qué funciona este método?
El secreto de las tres bandejas es que, al ponerlo en marcha, además de organizar tu espacio físico, también ordenas tu flujo mental de trabajo. Cada papel encuentra su sitio, y tú no pierdes tiempo buscando cosas o recordando tareas olvidadas.
Además, etiquetar cada bandeja refuerza el sistema: una etiqueta visible con "Entrada", "Actividad" o "Salida" hace que el método sea claro y automático, incluso para los días más ajetreados.
- Consejo extra para los más visuales
Si quieres dar un paso más, puedes asignar un color a cada bandeja. Por ejemplo: azul para entrada, rojo para actividad y verde para salida. Esto agiliza aún más la identificación de cada categoría y añade un toque de alegría a tu escritorio.
Una mesa despejada, una mente despejada
Como decía Marie Kondo, "el orden no es solo algo físico, sino también emocional". Un escritorio ordenado, además de mejorar tu productividad, reduce el estrés y fomenta la creatividad.
El método de las tres bandejas es el primer paso hacia un entorno de trabajo más organizado, eficiente y libre de caos. ¿Por qué no probarlo? Ya sabes... dile adiós a los papeles desperdigados y dale la bienvenida a un escritorio funcional. ¡Tu mente y tu productividad te lo agradecerán!
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