Según la doctora Ruiz, el cáncer de mama está aumentando en la población femenina en general, y sugiere que además de los factores genéticos, influye el estilo de vida, factor en el que se encuentra la dieta. También considera que el retraso de la maternidad forma parte de este ascenso en la tasa de cáncer de mama, pues afirma que tener hijos siendo joven reduce el riesgo de sufrir cáncer de mama. Lo primordial es una detección precoz del tumor, pero en el caso de una mujer embarazada puede tardar en detectarse tres veces más que en una mujer no embarazada, esto implica un mayor riesgo de metástasis, con un retraso en el diagnóstico de 3 a 6 meses, aumenta el riesgo de diseminación del tumor en un 5-10%. Este retraso se debe a que toda mujer embarazada sufre cambios en sus pechos, por lo que toda apreciación se aduce al embarazo.
Según la oncóloga, el cáncer de mama se puede tratar casi sin riesgos para el feto, sólo durante el primer trimestre del embarazo existen riesgos ante determinados tratamientos, además, la interrupción del embarazo ante la detección del tumor no incrementa la superviviencia de las pacientes. La doctora Ruiz también recordó que Tras un cáncer de mama puede no ser necesario esperar dos años para buscar embarazo.
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