La producción de leche materna tiene diferentes mecanismos de regulación, principalmente hormonales al inicio y más basados en la "ley de la oferta y la demanda" cuando ya está establecida. El objetivo es que se produzca justamente la cantidad de leche que necesita el bebé. Pero a veces, por motivos que veremos después, puede existir un desajuste y necesitamos aumentar la cantidad de leche que producimos. Una forma de hacerlo de manera rápida es la extracción poderosa.
¿Qué es la extracción poderosa?
La extracción poderosa (power pumping en inglés), fue creada por la IBCLC (Consultora Internacional de Lactancia materna Certificada) americana Catherine Watson en 2011, con el propósito de que las madres pudiesen aumentar su producción de leche en un corto periodo de tiempo. En nuestro país, la IBCLC Inma Marcos ha investigado mucho sobre extracción poderosa.
La extracción poderosa es un método de extracciones cortas y muy frecuentes a lo largo de un periodo determinado (breve) que busca, por un lado aumentar la prolactina (hormona encargada de regular la producción de leche materna) y, por otro, aumentar la producción al aumentar la demanda. Es decir, vaciamos el pecho muy frecuentemente mandando un mensaje al cuerpo de que tiene que producir más leche porque se necesita más.
¿En qué casos puede estar indicada?
Como hemos dicho al inicio, habitualmente el cuerpo produce la leche que necesita el bebé. Así, producirá poca cantidad para un recién nacido y más para un bebé de 2 ó 3 meses; de igual manera, producirá menos si se ha tenido un bebé que si se ha dado a luz a gemelos.
Sin embargo, a veces el pecho no produce toda la leche que necesita. En algunos casos, afortunadamente raros, las madres sufren hipogalactia primaria; es decir, su glándula mamaria es incapaz de producir leche suficiente para amamantar a su bebé en exclusiva. Otras veces, el bebé puede tener dificultades de enganche o de extracción de la leche que ocasionen que el bebé no coma suficiente y, secundariamente, la madre no produzca suficiente leche.
En estos casos puede ser necesario pautar suplementos y la madre puede realizar una extracción poderosa para aumentar su producción y, además, ofrecer suplementos de leche materna (en vez de fórmula), a su bebé. En el caso de hipogalactia primaria es probable que el aumento en la producción sea poco.
También puede ser útil en el caso de bebés prematuros, cuando las madres suelen hacer una lactancia diferida durante mucho tiempo y la producción puede caer en determinado momento. O cuando la madre y el bebé tienen que separarse repentinamente y no se tiene "banco de leche" preparado.
A veces, tras la vuelta al trabajo, la producción de leche materna cae. Especialmente si pasamos fuera muchas horas y la lactancia pasa a ser diferida gran parte del tiempo. En estos casos, una extracción poderosa puede aumentar de nuevo la producción de leche,
Por último, en caso de una relactación (se dejó la lactancia materna y ahora se desea retomar) o tras una huelga de lactancia, la extracción poderosa también puede ser útil para lograr un aumento de producción en un corto periodo de tiempo.
¿Qué necesitamos?
Me atrevería a decir que "sólo" tres cosas: un sacaleches (preferiblemente doble eléctrico), mucha paciencia y dedicación y una buena red de apoyo, ya que esta técnica supone un esfuerzo considerable.
¿Cómo se realiza?
Hay diferentes técnicas o métodos, todas con una misma base: extracciones breves y frecuentes.
Catherine Watson propuso extracciones de 10 minutos cada hora o 45 minutos durante el día, con un descanso máximo de 4 horas durante la noche (sabemos que las tomas nocturnas son importantes).
Aunque al principio apenas se note el aumento, Catherine dice que la diferencia es notable a las 24 horas; de hecho, si no hay aumento de producción tras 48 horas de extracciones, podría indicar que existe una hipogalactia (debe ser valorado siempre por un profesional sanitario).
Otras pautas de extracción poderosa son:
- Extraerse durante 10 minutos y descansar otros 10 e ir alternando estos intervalos hasta completar una hora, como propone la IBCLC Jody Segrave-Daly. Ella explica que la producción de leche es mayor por la mañana por lo que puede ser más útil realizar la extracción poderosa a estas horas. Esta pauta puede repetirse diariamente durante 2 ó 3 días, o de manera semanal.
- Extracciones de 10-15 minutos cada hora durante 3 horas y repetirlo tras 3 o 5 días.
- Hacer una vez al día un ciclo de extracciones progresivamente más cortas. Por ejemplo, extracción de 15 minutos, descansar 5, extracción de 10 minutos, descansar 5 y extracción de 5 minutos para acabar. O bien extraernos durante 20 minutos, descansar 10min, extraernos 10, descansar 10 y finalizar con una última extracción de 10 minutos.
Por el momento, no se ha demostrado que haya un tipo de extracción poderosa mejor que otra por lo que podemos elegir la que más nos convenga en función de nuestras necesidades.
Si estamos amamantando directamente a nuestro bebé podemos seguirlo haciendo (en estos casos, obtendremos presumiblemente cantidades más pequeñas de leche pues el bebé también está comiendo). Si vamos a realizar uno de los métodos que sólo requieren una hora al día, el mejor momento puede ser inmediatamente tras la toma.
¿Hay inconvenientes?
Antes de realizar esta técnica, es conveniente que un/a profesional con experiencia en lactancia haya valorado vuestra diada (madre/bebé) y os aconseje sobre cómo realizar la extracción poderosa.
Debemos prestar atención a nuestro pecho los días posteriores, pues podemos sobreestimular la glándula mamaria (en el fondo es lo que deseamos) y, si nuestro bebé no come suficiente (por ejemplo, porque no se engancha bien o no puede extraer bien la leche), sufrir una ingurgitación mamaria e incluso una mastitis.
¿Siempre funciona?
La extracción poderosa es muy eficaz y algunas madres incrementan muchísimo la producción de leche. Parece ser tan eficaz que, si no funciona (es decir, si no aumentamos la cantidad de leche) podemos estar ante una hipogalactia primaria; es decir, que la madre, por determinada razón, no sea capaz de producir leche materna suficiente (como dije previamente, esto es muy raro).
En estos casos, debemos consultar con un profesional sanitario para que lo valore adecuadamente.