"Si comienzas a entrenar demasiado tarde en la vida, ya no podrás evitarlo" Esta es la edad máxima para frenar la pérdida de células nerviosas

Siempre escuchamos que nunca es tarde para empezar a hacer ejercicio. Y aunque esta afirmación tiene su dosis de verdad, un estudio reciente de la Universidad de Copenhague, publicado en la revista Aging Cell, revela un dato impactante: hay un límite temporal a partir del cual ciertos beneficios del ejercicio ya no pueden aprovecharse completamente.

Esto es particularmente cierto cuando se trata de preservar las neuronas motoras, células esenciales para el control muscular y la fuerza en el cuerpo.

Esta es la edad en la que el deterioro de estas células se acelera

Casper Sándenbroe, investigador especializado en fisiología muscular y envejecimiento, lidera este estudio que pone el foco en las neuronas motoras, las encargadas de enviar señales a los músculos para generar fuerza y movimiento.

Según Sándenbroe, estas neuronas comienzan a morir a medida que envejecemos, contribuyendo a la pérdida de fuerza muscular típica de la vejez. Lo más preocupante es que, una vez que estas células se pierden, ya no pueden recuperarse.

¿La solución? Incorporar el ejercicio físico como parte de la rutina antes de los 50 años. De lo contrario, entre los 60 y los 70 años, el deterioro de estas células se acelera, dificultando un envejecimiento saludable.

La edad clave para empezar: antes de los 50

El estudio sugiere que el entrenamiento regular, de dos a tres veces por semana, puede frenar esta pérdida. Tal y cómo explica Sándenbroe:

"La pérdida de neuronas motoras se inicia alrededor de los 60 años, por lo que el mejor momento para actuar es antes de cumplir los 50".

Esto, además de preservar la fuerza muscular, también permite mantener la capacidad de realizar tareas diarias como levantarse de una silla, cargar peso o evitar caídas, factores esenciales para un envejecimiento independiente.

¿Qué tipo de ejercicio es el más eficaz?

Aunque cualquier actividad física es beneficiosa, Sándenbroe destaca el entrenamiento de fuerza como una de las mejores herramientas para combatir los efectos del envejecimiento.

"La fuerza muscular es crítica a medida que envejecemos, y el entrenamiento con pesas puede marcar una gran diferencia, especialmente en quienes ya están en una edad avanzada", afirma. Sin embargo, la clave está en empezar lo antes posible para maximizar los beneficios.

¿Y si ya pasaste los 65 años?

A pesar de estas recomendaciones, el investigador subraya que nunca es tarde para moverse. Incluso si empiezas después de los 65 años, el ejercicio sigue siendo efectivo para mejorar la calidad de vida, reducir enfermedades y aumentar la esperanza de vida. La diferencia está en que el impacto sobre la preservación de las neuronas motoras será limitado.

Para quienes han pospuesto el ejercicio durante años, Sándenbroe lanza un mensaje claro: "No se trata solo de esperar a un 'mejor momento' para empezar, sino de integrar la actividad física en tu vida desde una etapa temprana".

Un hábito para tener una vejez independiente

Este estudio no pretende desanimar a nadie, sino motivar a tomar decisiones conscientes antes de que el tiempo pase factura. La pérdida de neuronas motoras no es solo un problema científico; tiene consecuencias prácticas que afectan la capacidad de disfrutar una vejez activa.

La recomendación es clara: el ejercicio debe ser visto como una inversión a largo plazo en la salud. Y si te sientes abrumado ante la idea de entrenar dos o tres veces por semana, empieza poco a poco, pero empieza ya. Lo importante es mantenerte en movimiento, porque cada paso cuenta para evitar una vejez dependiente.

Foto | Portada (Freepik)

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