Como madres y padres hay muchas cosas que nos preocupan desde que lo somos, algunas ya nos preocupaban antes pero las que más nos aprietan el corazón llegan de la mano de nuestros hijos, cuando sus nudillos eran agujerillos en sus pequeñas manos ¿no os habéis dado cuenta de eso?
Hay cosas que nos preocupan pero no podemos hacer nada por evitarlas y otras sí, en otras podemos intervenir precisamente para que dejen de preocuparnos. Podemos cambiarlas.
Hoy vengo a hablaros de eso. Una de esas preocupaciones es la salud de mis hijos y si esa salud va a venir condicionada por “la moda” me parece que ha llegado el momento de ponernos aún más serios con este tema ¿no creeis?
Hace pocos días podíais ver el vídeo de Zuzanna Buchwald circulando por las redes. En él contaba su experiencia cuando empezó a trabajar como modelo y le exigieron que bajara aún más de peso, que perdiera masa muscular, que ese aspecto lánguido y enfadado que tienen algunas modelos no fuera una pose sino un estado general de su cuerpo, que perdiera salud en una palabra. Y ella lo hizo.
Y al hacerlo empezó a perder el pelo, la menstruación le desapareció durante tres años y se le secó la piel, estaba siempre cansada y tenía frío y no tenía ganas de reír. Mientras obedecía a los demás, ella dejó de sentirse guapa, de estar sana y de ser feliz.
Porque cuando tienes pocos años, es muy complicado no dejarte llevar por la presión, por la marea, por lo que los demás dicen que está bien o está mal, por lo que opina o piensa de ti tu entorno, el cercano y el menos cercano. Porque cuando eres joven le das poder sobre ti a gente a los que no deberías darle ni la hora, pero esto es algo que sólo se aprende con los años. Y me preocupa, claro que me preocupa que niños y niñas sientan esa presión por ser físicamente lo que no pueden ser. No todos medimos lo mismo, pesamos lo mismo, tenemos la misma talla de pies, el pelo lacio o los ojos verdes. No podemos uniformarnos ni permitir que nos uniformen.
Aquí lo cuenta ella, obviamente con lágrimas en los ojos porque no es justo ni sensato ni debería ser legal que se pueda tratar así a una persona
También es verdad que no, no está todo perdido ni mucho menos y días después fue otra modelo Iskra Lawrence la que salió al paso de esa presión mediática absolutamente injustificada, gratuita y encima cargada de falta de respeto y mala educación.
Vaya por delante que la denominación de “modelo de tallas grandes” ya me parece una etiqueta bastante estúpida pero… ¡es lo que hay!
Iskra tiene muy claro que su vida, su cuerpo y sobre todo su salud están muy por encima de los dictados de la moda y que no va a aguantar insultos de nadie porque ella no tiene el cuerpo ni las medidas que alguien ha decidido que tendría que tener.
Y eso es lo que yo quiero.
Quiero niños y niñas libres de esos dogmas de fe que les obligan a mirarse al espejo pero no para ver sus cuerpos sino lo que les dictan “las modas” y que si no lo encuentran allí lo buscan como sea y donde sea, vomitando en el cubo de la basura o peleando con la comida hasta que se cae del plato para no meterla en sus bocas.
No quiero que piensen que no valen para nada si su cuerpo no es lo suficientemente esbelto o su pelo lo suficientemente denso porque eso no es lo verdaderamente importante para sus vidas, para su felicidad. Lo que importa es el fondo, como son por dentro y no como tienen que verse por fuera, lo diga quien lo diga.
Me niego a permitir que esa preocupación se instale en sus vida como lo que es un parásito que les come la autoestima, el amor propio y a la larga su salud. Tendremos que seguir trabajando con ellos, con nuestros hijos e hijas para no permitirlo y para eso habrá que cambiar comportamientos y volver a dar importancia a lo que realmente la tiene que no es precisamente el aspecto "enfermizo" y extremadamente delgado sino todo lo contrario, lo que importa es la salud y que eso nos haga y les haga felices ¿no os parece?
Vía | elespañol.com | laopinion.com
Fotos | iStockphoto | IG Iskra Lawrence
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