Dos familias viven durante más de un año con los bebés cambiados

Uno de los mayores errores humanos y una de las mayores preocupaciones de algunas de nuestras madres es que te entreguen, por equivocación, un bebé que no es tuyo.

Mi madre me decía siempre: “Cuanto tengas un hijo, nunca te separes de tu bebé, que a veces los cambian”. Imagino que dicha preocupación procedía del conocimiento de algún caso similar y yo siempre pensaba que, hoy por hoy, era muy improbable, por no decir imposible, que algo así sucediera.

Sin embargo, ha sucedido en Brasil, donde dos familias han estado viviendo más de un año con los hijos cambiados. En el momento en que se conoció la verdad apareció un increíble dilema ético y moral, ya que una madre quería recuperar a su bebé biológico, pero la otra no quería separarse del bebé que había criado hasta el momento.

Las dos parejas tuvieron un hijo el mismo día en el mismo centro hospitalario. No se sabe cómo, cada familia se llevó a un bebé equivocado a casa hasta que un día, uno de los padres, empezó a sospechar.

El padre era de piel oscura y su hijo tenía la tez demasiado clara. Esto hizo que el padre pusiera en duda su auténtica paternidad hasta el punto que las discusiones de pareja y las sospechas de infidelidad acabaron con el matrimonio.

La mujer, destrozada por las sospechas y segura de haber sido fiel decidió hacer las pruebas de ADN para demostrar al padre la verdad. El resultado fue sorprendente: el hijo no era de su padre, pero tampoco era de su madre.

A raíz de ese momento empezaron a investigar y llegaron a la conclusión, junto con el hospital, de que el día en que los bebés nacieron se produjo un lamentable suceso, el intercambio de bebés entre dos parejas.

Nuevas pruebas de ADN acabaron por demostrar de quién era cada bebé y, en presencia de un juez se produjo el intercambio de los bebés. Se cancelaron los certificados de nacimiento y se les ofreció a los padres la posibilidad de cambiar el nombre de sus hijos.

Tratándose de niños de poco más de un año es lógico pensar que el cambio fue durísimo, sobretodo para ellos. Uno de los niños pasó la primer noche llorando hasta tal punto que su madre tuvo que llamar a la otra madre para que acudiera a darle el pecho.

Lo cierto es que es una noticia asombrosa a la vez que lamentable. Un año es mucho tiempo en la vida de un bebé y mucho tiempo en la vida de unos padres y descubrir de repente que tu hijo, ese al que adoras y por el que te desvives, no es tuyo debe producir un shock emocional tremendo. Es más, me cuesta horrores ponerme en el lugar de estos padres, porque sólo con pensarlo se me encoge el alma (si es que eso es posible).

Es lógico pensar entonces que el dilema al que se tuvieron que enfrentar estas parejas fue de proporciones históricas. Una de las madres, Keila Fagundes, de 23 años, se mostró contraria a devolver al niño que había criado como suyo, pero la otra madre, Elaine Gomes, de 28 años decidió que el cambio debía llevarse a cabo.

Seguro que estaréis tratando de crear una decisión firme si os sucediera algo así. Quizás logréis hacerlo. Yo no soy capaz. No puedo decir qué elegiría, porque para mí ambas opciones son lógicas.

Quizás la postura más llevadera, sobretodo para los niños, sería aquella en que cada madre se queda con su hijo biológico, pero manteniendo un contacto periódico con el otro niño.

Como es lógico, un equipo de psicólogos va a apoyar a las madres durante los primeros meses. Las familias, por su parte, han decidido denunciar al centro hospitalario, ya que no es la primera vez que sucede un caso similar en dicho hospital.

Vía | Criatures
Foto | La Voz
En Bebés y más | Después de 26 años se dan cuenta que fueron intercambiados al nacer

También te puede gustar

Portada de Bebés y más

Ver todos los comentarios en https://www.bebesymas.com

VER 9 Comentarios