Que los países nórdicos son los más felices del mundo no es ningún secreto: desde hace años los encontramos siempre en los primeros puestos en la clasificación del Informe Mundial sobre la Felicidad, siendo Finlandia el que se ha ganado el primer lugar por varios años consecutivos.
Pero además de ser uno de los mejores países para criar un hijo, Finlandia se caracteriza por mantener un balance entre vida personal y laboral, intentando mantener un ambien de trabajo positivo, según lo que cuenta Miika Makitalo, director ejecutivo de la empresa finlandesa HappyOrNot.
De acuerdo con él, hay tres dichos típicos de este país que se usan diariamente en el ambiente laboral y son tres frases motivadoras que fácilmente se pueden adoptar en España (y en cualquier otro país) para encontrar la felicidad en el trabajo.
"Nadie nace herrero"
Esta frase es muy clara: nos recuerda que nadie nace siendo un profesional y que siempre hay cosas por aprender. Es una frase que tiene como objetivo empoderarnos y motivarnos a hacer un gran trabajo, incluso si todavía estamos aprendiendo cómo hacer las cosas.
"Si sueñas con algo, ve tras ello", dice Makitalo. "Postúlate para los puestos a los que aspiras. Y cuando consigas algo, aprende cómo hacerlo", señalando que también enfatiza que está bien cometer errores en ese proceso de aprendizaje y usemos esas experiencias para mejorar: "no se requiere ni se espera dominar algo en el primer día. Hay que tener piedad de uno mismo".
Esta frase nos recuerda otra que también se usa en Finlandia: "Cada uno es el herrero de su propia felicidad", que señala que la felicidad es algo que nosotros mismos vamos construyendo y por la que debemos esforzarnos o trabajar.
Así como no podemos esperar obtener todo en bandeja de plata, tampoco podemos esperar que las cosas nos salgan perfectamente a la primera. El éxito laboral, así como la felicidad, son cosas que se van construyendo poco a poco.
"Se atienden asuntos comerciales serios; de lo contrario, seremos como las gallinas sueltas de María"
A diferencia de la anterior, esta peculiar frase nos puede parecer un poco extraña o sin sentido, pero Makitalo explica que tiene su origen en una novela clásica finlandesa titulada "Soldados desconocidos" y que esencialmente se usa para decir que un grupo de personas se encargará de las cosas o asuntos asignado a ellos, para después relajarse como "gallinas sueltas". Es decir, ya que han completado su trabajo, podrán disfrutar de su tiempo libre como les plazca.
De acuerdo con Makitalo, esta frase en particular se refiere a las jerarquías planas que son comunes en la cultura laboral de Finlandia: "Cualquier cosa que sea urgente será atendida. Pero no nos importan las estructuras, los jefes; no vengas aquí a decirme qué hacer", dice Makitalo. "Sé lo que debo hacer. Y estoy estableciendo las prioridades".
Según explica, esta frase señala que a pesar de tener diferentes roles, puestos y responsabilidades, dentro de una empresa todos son contribuyentes iguales y evita que se presenten comportamientos tóxicos como la microgestión, permitiendo que los empleados se apropien de su trabajo:
"Cuando todos en la organización conocen la estrategia y visión, pueden actuar por su cuenta y no necesitan que les digan lo que se requiere", agrega.
"Adelante, dijo la abuela en la nieve"
Esta frase curiosa es una metáfora que tiene como objetivo ayudarnos a superar los desafíos que se nos presenten, sin dejar que éstos nos detengan o nos paralicen:
"Existe esta idea juguetona de que, incluso con cuatro pies de nieve, incluso una abuela puede decir, 'Oye, esto no es un gran problema'", explica Makitalo. "La idea es, hagamos las cosas. Entonces hay una mentalidad de: No nos preocupemos, no nos detengamos en esto, nos ocuparemos de ello cuando comencemos a avanzar".
En lugar de quedarnos estancados si algún imprevisto sucede o si no logramos alcanzar algo en un proyecto, debemos intentar encontrar una manera de avanzar y hacer las cosas, enfrentando lo que sea necesario para resolver la situación.
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