Una embarazada, que no quiso usar mascarilla en el parto ni hacerse PCR, obliga a los sanitarios a atenderla con equipos de protección

Profesionales sanitarios del Hospital La Fe de Valencia han tenido que asistir el parto de una mujer vestidos con equipos de protección individual, después de que esta se negara a llevar mascarilla y realizarse una PCR.

Según informan los medios, la embarazada se presentó en el hospital con un abogado para defender su derecho a no usar mascarilla, lo que obligó a los médicos a tratarla como "caso sospechoso de COVID-19" y actuar en consecuencia.

Obligó a activar el protocolo de seguridad contra el COVID

Puesto que la mujer no solo se negó a llevar mascarilla durante su parto sino también a realizarse una PCR, los médicos se vieron obligados a activar el protocolo de seguridad contra el COVID y tratarla como "caso sospechoso", con el fin de evitar riesgos entre el personal y el resto de pacientes.

Según informa Onda Cero, desde la Conselleria de Sanidad han explicado que "no se puede forzar a los negacionistas a ponerse la mascarilla dentro del hospital, porque debe primar la atención sanitaria por encima de esa obligación".

Por eso, los profesionales sanitarios tuvieron que atenderla vestidos con equipos de protección individual  -tanto en el paritorio, como durante los días que permaneció en el hospital-, además de ser aislada en una habitación para infecciosos.

Por todo ello, la mujer ha acabado denunciando al hospital al considerar que se le ha dado un trato degradante, aunque este hecho no ha podido ser confirmado por Sanidad.

Una irresponsabilidad que ha podido traer consecuencias

Dejando al margen la dificultad logística y otros problemas asociados, negarse a una PCR y a llevar mascarilla para ser atendida en el parto es una irresponsabilidad que ha podido poner en riesgo la salud de todos, incluida la del propio bebé.

Desde que comenzara la pandemia muchas embarazadas se han quejado de que la mascarilla les dificulta la respiración en el momento del parto, además de impedirles besar a sus bebés tras el alumbramiento. Pero a pesar de estas incomodidades, se han enfrentado al momento con responsabilidad, respeto y sentido común, por el bien de todos.

Por ello, los profesionales sanitarios no se cansan de insistir en que es muy importante que la mujer lleve mascarilla en el paritorio, incluso si la PCR ha dado negativa, pues es la mejor forma de proteger al recién nacido, a la propia madre y a las personas que les están atendiendo.

Por otro lado, cabe recordar que a día de hoy el uso de mascarillas en España es obligatorio en espacios cerrados de uso público o abiertos al público (y en espacios abiertos cuando no sea posible mantener la distancia de seguridad), y los hospitales lo son.

Foto | iStock

Vía | ABC, Huffington Post

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