Hace unos días una madre fue obligada a deshacerse de dos biberones de leche materna en el aeropuerto de Las Vegas “por motivos de seguridad".
¿Cuál es la razón? se preguntaran. Pues que la mujer transportaba dos biberones de leche para bebé pero no había bebé.
En efecto, resulta que la madre había hecho un viaje de negocios por el día y estaba volviendo a casa con la comida para su bebé, dividida en dos biberones para cumplir con las normas de seguridad de no exceder los 100 ml de líquidos en el equipaje de mano.
Como hacen muchísimas madres que trabajan, había llevado consigo el extractor para sacarse leche a lo largo del día.
Pero al no viajar con su bebé pero sí con la leche levantó las sospechas de los vigilantes de seguridad que la obligaban a deshacerse del líquido “potencialmente peligroso".
Según le argumentaron (erróneamente), para viajar con alimentos para bebés hay que viajar con el bebé. Aunque las nuevas medidas para transportar comida de bebé en el equipaje de mano son aplicables independientemente de si el bebé viaja o no.
Después del incidente, la mujer se informó, reclamó y la seguridad del aeropuerto le ha pedido disculpas.
Ya bastante con que se nos haga probar los potitos del bebé en los puestos de seguridad para certificar que se trata de puré de zanahoria y no de explosivos.
¿Es así como las madres que amamantan a sus hijos son tratadas en el primer mundo?
Entiendo la preocupación por la seguridad, pero no la ridícula obsesión.
Vía | Yahoo News En Bebés y más | Las nuevas medidas para viajar en avión con comida de bebé En Diario del Viajero | Nuevas normas de seguridad en vuelos