No es la primera vez que ocurre, pero no por ello deja de sorprendernos y ponernos los pelos de punta. Un bebé de 21 meses ha muerto dentro de su vehículo, tras permanecer casi siete horas olvidada por su padre, cuando debía haberla dejado en la guardería.
Los hechos ocurrieron ayer en el madrileño barrio de Sanchinarro, y a pesar de que sanitarios del Samur trataron de reanimar a la niña durante 45 minutos, no se pudo hacer nada por su vida. El padre está detenido, acusado de un presunto delito de homicidio imprudente.
Olvidó dejarla en la guardería
Según podemos leer en El Mundo, el padre llevaba todas las mañanas al colegio a sus tres hijos mayores y a continuación dejaba a la pequeña, de 21 meses, en la escuela infantil. Después, tomaba el metro y se marchaba a trabajar.
Pero ayer, tras aparcar el coche cerca de la guardería donde debía dejar a su hija, el hombre se olvidó de cogerla: bajó del vehículo y se dirigió a pie hacia la estación de metro para ir a trabajar, dejando a su bebé en su sillita, encerrada en el interior.
Cuando la madre de la pequeña acudió a buscarla, en torno a las 15:30 horas de la tarde, las maestras le dijeron que la niña no había acudido ese día a la escuela. Fue entonces cuando la mujer telefoneó a su marido y éste cayó en la cuenta de que había dejado a su hija olvidada en el interior del vehículo a primera hora de la mañana.
La madre fue la primera en llegar al lugar de los hechos, y horrorizada comprobó como su hija yacía inerte sujeta en su sillita, colocada en el asiento trasero del copiloto. Sanitarios del Samur-Protección Civil intentaron reanimarla durante 45 minutos, pero nada se pudo hacer por salvar su vida.
La temperatura interior del coche puede aumentar de 10 a 15 grados al sol en apenas 15 minutos (incluso en los meses de invierno), y la temperatura alcanzada ayer en Madrid rondaba los 30 grados. Por lo tanto, el habitáculo del vehículo estacionado acabó convirtiéndose en una trampa mortal para esta pequeña.
El hombre ha sido detenido y acusado de un presunto delito de homicidio imprudente, pero en el día de ayer no pudo ser interrogado por la policía, pues se encontraba en estado de shock y necesitó ayuda psicológica. Sin duda un terrible "olvido" que marcará por siempre a esta familia, y que nos ha dejado a todos con el corazón encogido.
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Vía | El Mundo