Hay oficios que son muy vocacionales, seguro que se nos ocurren muchos a todos y hay niños que tienen muy claro desde pequeños qué es lo que les gustaría hacer en la vida cuando sean mayores pero ¿es sensato que por eso se dediquen a ser mayores antes de tiempo?
La historia de Hilde Kate Lysiak y su "periódico" el Orange Street News, nos lleva a esta reflexión, ella tiene nueve años y por cómo escribe y cómo informa, ella es periodista, no es que lo quiera ser de mayor, es que ella cree que ya lo es y a la vista de los acontecimientos, sus padres también están convencidos de ello.
Periodista con nueve años ¿dónde está el límite?
Hilde Kate tiene un periódico digital en el que cuenta las noticias de su ciudad, lo que ocurre y de lo que ella se entera en el colegio, en la calle, en sus actividades diarias. Hasta ahí podría ser un entretenimiento y una muestra de una enorme vocación por parte de una niña de nueve años que desde luego apunta maneras para ser una estupenda periodista cuando pueda dedicarse a ello profesionalmente, cuando sea adulta.
Las facilidades que da internet para escribir y para publicar es evidente que hoy en día son infinitas y teniendo el apoyo de sus padres, de su familia, son unas herramientas magníficas para aprender de cara al futuro.
La polémica ha surgido cuando ejerciendo como periodista para su periódico digital Hilde Kate cubrió la noticia de un homicidio cerca de su casa. Ella confirmó con el departamento de policía lo que había ocurrido y se personó en el escenario de la noticia, del homicidio. Allí habló con los vecinos y recopiló más información sobre el hecho. Información que obviamente después redactó y publicó en su diario digital.
“Trabajé muy duro” comenta ella misma en referencia a esta historia y debió ser así cuando ella consiguió dar información en su periódico digital antes que “su competencia”, es decir, la prensa local. De hecho ella misma corrigió alguna de las informaciones incorrectas que por lo visto estaba ofreciendo la prensa sobre este homicidio.
Buscando la verdad
Obviamente ella no seguía los canales habituales de la prensa local, ella no tenía ni filtros políticos ni censuras de ningún tipo más allá de su propia falta de madurez o conocimientos, lógico por otra parte porque en ningún momento hemos dejado de hablar de una niña de nueve años.
Como era de esperar, cuando los lectores se dieron cuenta de que el homicidio lo había cubierto informativamente hablando una niña de nueve años, muchos de ellos reprobaron el hecho de que a esta edad Hilde Kate estuviera haciendo este tipo de actividades. Algunos lo hicieron en su periódico digital y otros en otros medios, así obviamente se viralizó el hecho y la repercusión fue aún mayor de lo que ella misma había imaginado. De hecho, estamos hablando de ella aquí y ahora, a miles de kilómetros de distancia.
Hilde Kate, en lugar de amilanarse ante los comentarios en los que la indicaban que debería estar jugando con muñecas y no andar informando sobre homicidios, comentó que quizás era eso lo que estaban haciendo los “profesionales” mientras ella estaba trabajando en el lugar de la noticia. Sí, nueve años tiene Hilde Kate ¡qué no se nos olvide!
Hilde ha comentado estos días que había descubierto que la policía había pedido precisamente a los medios “profesionales” que no se informara de esa historia y a mí y a cualquier adulto (no necesariamente tiene que ser periodista) se nos pueden ocurrir numeroso motivos por los que la policía pudo solicitar la colaboración de la prensa.
La niña se ha reafirmado en que ella “trabaja” para obtener la verdad y no para la policía, que no le parece bien que nadie decida por ella y que nunca pensó al empezar con su periódico que el fin era que la gente que la leyera pensara que era “linda”.
Ella quiere que la tomen en serio y que los adultos dejen de tratar a los niños como si estos no pudieran hacer nada porque si no lo hacen, los niños también creerán que no pueden hacer grandes cosas en el mundo, según comentaba la propia Hilde Kate.
“Los niños deben saber que si trabajan duro, pueden hacer cosas increíbles”
Comenta ella misma reafirmándose en su convencimiento de que es una periodista más a pesar de la diferencia de edad con los profesionales adultos.
“Me gusta jugar con muñecas y también creo que los coches de carreras son muy cool. Los adultos no deben suponer que un niño o niña debería estar haciendo una cosa u otra.”
Hilde Kate ha agradecido las numerosas muestras de apoyo que ha recibido, no todo han sido críticas a su acción y a esos críticos les ha recordado que sí, sigue siendo una niña de nueve años pero además y en primer lugar es una periodista y por tanto considera que puede informar de una noticia.
¿Dónde está el límite?
Es evidente que vocación no le falta ni un ápice pero no deja de ser una niña de nueve años.
Potenciar las cualidades de los niños siempre es algo que deberíamos hacer los padres, enfocarles hacia sus talentos les hace felices tanto durante su infancia como después en su etapa adulta.
Que una niña de nueve años quiera ser periodista es algo muy habitual (a mí me pasó más o menos a esa edad..) que una niña de nueve años quiera escribir, informar, investigar es algo que entra dentro de la lógica y que defienda su postura, su talento y su afición, demuestra que es algo más que un simple capricho.
Que una niña de nueve años hable con la policía sobre un homicidio, vaya a preguntar a los vecinos, redacte una noticia sobre el asunto como se le ocurra dada su edad, sus conocimientos y su madurez y se plantee que está haciendo un trabajo mejor que el de los periodistas adultos, no sé… pero quizás en algún lugar habría que poner un límite por parte de los adultos responsables de su educación y de su infancia.
Vía | theguardian.com
Fotos | theguardian.com | iStockphoto
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