Johnson & Johnson dejará de vender sus polvos de talco en todo el mundo. ¿Significa esto que son peligrosos?

La farmacéutica Johnson & Johnson emitió hace unos días un comunicado anunciando la retirada  del mercado mundial a partir de 2023 de su conocido polvo de talco para bebés 'Johnson's Baby Powder'.

La compañía alega que se trata de una "decisión comercial" hacia una "innovación sostenible", ya que el talco de este producto infantil pasará a ser sustituido por almidón de maíz.

A pesar de que Johnson & Johnson ha reafirmado en el comunicado su postura con respecto a la seguridad de sus polvos de talco, lo cierto es que en los últimos años la compañía ha acumulado miles de denuncias de usuarios por presuntos riesgos para la salud derivados del uso de sus polvos de talco.

¿Son peligrosos los polvos de talco?

El talco es un mineral que absorbe la humedad de la piel, reduce la fricción y previene erupciones cutáneas. Durante años, se han usado de manera habitual para el cambio de pañal de los bebés, e incluso muchas mujeres los utilizan para su higiene genital diaria o para prevenir el roce y la sudoración.

El talco está compuesto principalmente por magnesio, silicio y oxígeno. Sin embargo, según alerta la Sociedad Americana contra el Cáncer, en su forma natural algunos talcos podrían contener asbesto (amianto), un grupo de minerales considerados carcinógenos; esto es, su exposición a ellos eleva  el riesgo de padecer ciertos tipos de cáncer.

En la web de La Administración de Alimentos y Medicamento de los Estados Unidos (FDA), podemos leer lo siguiente sobre los polvos de talco y su relación con el asbesto:

Tanto el talco como el asbesto son minerales naturales que se pueden encontrar muy cerca de la tierra. Sin embargo, a diferencia del talco, el asbesto es un cancerígeno conocido cuando se inhala.
Existe la posibilidad de que el talco se contamine con asbesto y, por lo tanto, es importante seleccionar los sitios de extracción de talco con cuidado y tomar medidas para analizar el mineral lo suficiente.

Así pues, la exposición al asbesto se ha relacionado con el cáncer de pulmón, pero no está claro si también podría causar cáncer ovárico. Un estudio reciente publicado en JAMA afirma que no se ha encontrado una asociación estadísticamente significativa entre el uso de talco en el área genital y el cáncer de ovario. Sin embargo, sus autores reconocen que es necesario seguir investigando, pues es posible que el estudio no haya tenido la "potencia suficiente para identificar pequeños incrementos del riesgo".

En cuanto al uso del talco para la higiene del bebé, la Asociación Española de Pediatría (AEP) desaconseja su uso  para tratar la dermatitis del pañal ya que "si se produce una herida, el polvo puede penetrar en ella y producirse un rechazo de la piel con aumento de la inflamación".

Por otro lado, tanto la Biblioteca Nacional de los Estados Unidos, como la Academia Americana de Pediatría informan de los riesgos que el uso de polvos de talco puede tener al penetrar en los pulmones del bebé y ocasionarle asma o, en casos más graves, una intoxicación por inhalación.

Las demandas millonarias contra Johnson & Johnson

Aunque Johnson & Johnson siempre se ha mantenido firme en su postura de que sus polvos de talco son seguros y están libres de amianto, la realidad es que en los últimos años se ha enfrentado a miles de demandas de usuarios que aseguran que el talco para bebés les provocó alguna forma de cáncer.

En 2017, un tribunal de Los Ángeles condenó a la compañía a pagar 417 millones de dólares tras considerar que sus polvos de talco habían sido los responsables del cáncer de ovario terminal diagnosticado a una mujer de 63 años. También en julio de 2018, la empresa tuvo que pagar 4.690 millones de dólares tras la demanda interpuesta por 22 mujeres que afirmaban que el talco les había provocado cáncer de ovarios.

Pero estas denuncias no han sido las únicas. Se calcula que la farmacéutica ha llegado a acumular hasta 38.000 demandas similares que le han provocado pérdidas millonarias.

A finales de 2018, una investigación publicada por la agencia de noticias Reuters, aseguraba que Johnson & Johnson conocía desde 1971 la presencia de pequeñas cantidades de asbesto en sus polvos de talco para bebés, aunque la compañía se defendió alegando que la acusación era falsa y difamatoria.

No obstante, en octubre de 2019 la empresa se vio obligada a emitir un comunicado solicitando la retirada "voluntaria" de un lote de su popular talco para bebés, tras haber encontrado la FDA niveles bajos de contaminación por asbesto.

Finalmente, acuciada por las miles de demandas millonarias, en 2020 la compañía decidió retirar sus polvos de talco del mercado de Canadá y Estados Unidos, y en 2023 lo hará en el resto del mercado mundial en donde continua teniendo presencia.

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