¿Se trata de un trastorno provocado por la influencia de factores externos o es una enfermedad genética? Las nuevas investigaciones apuntan más a lo segundo, que una mayor predisposición a sufrirla podría encontrarse en los genes.
Un estudio recientemente publicado en la revista Archives of General Psychiatry sugiere que la anorexia nerviosa que padecen algunas personas podría deberse a la exposición durante la gestación a una hormona sexual femenina presente en el útero materno.
La intención del equipo de investigación de las universidades de Sussex (Reino Unido) y de Waterloo (Canadá) fue la de determinar cómo las hormonas del embarazo influyen en el desarrollo de la anorexia nerviosa en un bebé de sexo femenino y masculino cuando alcanzaba la adolescencia y la adultez.
Para ello se analizaron los casos de mellizos del mismo sexo y del sexo opuesto, ya que se supone que ambos estuvieron expuestos a las mismas hormonas dentro del vientre de su madre.
Los resultados demostraron que en los casos de los mellizos del mismo sexo había un mayor porcentaje de mujeres mellizas anoréxicas que de varones, mientras que en los casos de mellizos de sexos opuestos los varones acabaron desarrollando la misma enfermedad que sus hermanas.
Lo que hace pensar a los investigadores que “en los embarazos que portan un feto femenino se genera una sustancia, probablemente hormonal, que incrementa el riesgo de tener anorexia nervosa en la edad adulta".
Si se comprobara que la influencia de las hormonas a la que un bebé es sometido cuando se está gestando estuviese relacionada con el origen de la anorexia podría ser un principio para desarrollar fármacos para su tratamiento. Esa es una buena noticia y estaremos atentos a nuevos avances.
De todas formas, tampoco significa que los estereotipos basados en un enfermizo culto a la delgadez no sean los culpables, son en definitiva el desencadenante de esta tremenda enfermedad a la que no se la da la importancia que merece.
Vía | ADN Más información | Archives of General Psychiatry