La pandemia por covid nos ha salpicado a todos a nivel físico, psicológico y emocional. Hemos sufrido mucho estrés e incertidumbre, lo cual tiene un impacto en nuestro cerebro, el eje central de nuestras emociones, comportamiento y personalidad.
Y este estrés parece que ha tenido un especial impacto en la psicobiología de los más jóvenes. Un estudio de la Universidad de Stanford publicado en la revista Biological Psychiatry: Global Open Science sugiere que la pandemia del covid generó tales niveles de estrés que llegó a envejecer casi tres años los cerebros de los adolescentes.
Este efecto solo se había constatado antes en menores que habían sufrido vivencias traumáticas crónicas, como el abandono o las consecuencias de vivir en una familia disfuncional.
Estudiando el cerebro adolescente: antes y después de la pandemia
El estudio empezó con 163 participantes (103 chicas y 60 chicos). El laboratorio reclutó a menores de entre 15 y 16 años y medio, antes de la Covid, del área de la bahía de San Francisco, para estudiar la depresión en la pubertad y si tiene efectos a largo plazo. Al empezar la pandemia, no pudieron continuar con el estudio y las resonancias magnéticas periódicas.
Un año después de iniciar el estudio, al poder volver a hacer resonancias a los participantes, los investigadores se dieron cuenta de que los cerebros de los adolescentes no eran los mismos, ni bastaba con corregir el supuesto efecto de un año pasado. Observaron que los volúmenes del hipocampo y la amígdala y el grosor cortical de un chico de 16 años de antes de la pandemia no era iguales que los de un chaval de 16 después.
Entonces aprovecharon para estudiar esos cambios, y para ello, formaron dos grupos equiparables a partir de la muestra inicial. Analizaron sus cerebros antes y después de la pandemia, a través de resonancias magnéticas.
Los resultados muestran que tras la pandemia sus estructuras cerebrales son más maduras, pero que este "envejecimiento" es superior al tiempo real que han vivido sus cerebros. Es decir, los cambios hallados en sus cerebros, que se dan de forma natural al aumentar la edad, se han dado de manera acelerada.
Concretamente, los cerebros habrían envejecido de media casi tres años. Ian Gotlib, profesor de psicología y primer autor del estudio, director del Laboratorio de Neurodesarrollo de Stanford, explica sorprendido su hallazgo:
"Sabíamos que la pandemia ha afectado de manera adversa la salud mental de los jóvenes, pero no que había tenido algún efecto físico en sus cerebros".
Los cambios del cerebro adolescente
Como decíamos, estos cambios se dan de forma natural en cualquier cerebro adolescente, pero la velocidad a la que se han dado ha sido superior (y la madurez adquirida ha sido también mayor), de ahí que los científicos hayan considerado que sus cerebros han "envejecido". Y atribuyen estos cambios notorios a la pandemia por covid y a sus innegables efectos.
Pero, ¿de qué cambios hablamos? Un cerebro adolescente "normal", sufre los siguientes cambios durante la pubertad y el final de la adolescencia:
- Un aumento del hipocampo y la amígdala, que son dos estructuras cerebrales relacionadas con los recuerdos y la identidad, el miedo y la regulación emocional.
- Un adelgazamiento de los tejidos del córtex, una área cerebral relacionada con las funciones ejecutivas (memoria, atención, planificación...).
No se sabe si estos cambios son permanentes
Según el investigador principal del estudio, "no está claro si estos cambios son permanentes". Y se pregunta: "¿Va a ajustarse su edad cronológica a esta edad cerebral?", "Si su cerebro mantuviera una mayor edad que la cronológica, no sabemos que supondría para ellos en el futuro", ha dicho el especialista.
Y ha recordado que en personas de 70 u 80 años se esperan problemas cognitivos y de memoria por el envejecimiento cerebral, "pero, ¿qué significa para los de 16 años que sus cerebros envejezcan prematuramente?", ha planteado. Aún no está claro lo que puede ocurrir o si este envejecimiento sería recuperable, y faltarían más estudios al respecto.
Mayor patología mental tras la pandemia
A todo esto, y más allá del cerebro, hemos de tener en cuenta que los efectos de la pandemia en la salud mental de los jóvenes han sido graves, aumentando durante la pandemia y tras ella el número de casos de patología mental (ansiedad, depresión e intentos de lesiones) entre los menores de edad.
En España se calcula que este incremento de casos de salud mental tras la pandemia ha sido del 20%. Joan Vegué, director del plan de salud mental y adicciones de la Generalitat de Catalunya, habló sobre los riesgos de salud mental de los adolescentes y las secuelas de la covid en una jornada organizada por el Col·legi de Metges de Barcelona (COMB) y la entidad terapéutica Amalgama 7.
En dichas jornadas indicó que las hospitalizaciones por problemas de salud mental y juvenil han aumentado un 40% respecto a antes de la covid, y un 25% de dicho incremento se debe a trastornos de la conducta alimentaria (TCA).
La relación con la salud mental
Por otro lado, los investigadores no pueden asegurar que los cambios físicos del cerebro adolescente puedan relacionarse con un empeoramiento en su salud mental.
Sin embargo, Jonas Miller, profesor en la Universidad de Connecticut, que trabajó en el estudio, piensa que los hallazgos pueden apuntar importantes consecuencias para toda una generación, y afirma:
"La adolescencia ya es un periodo de rápida reorganización en el cerebro ligada a un mayor riesgo de problemas mentales como depresión o problemas de comportamiento".
Seguir estudiando sus cerebros: una tarea pendiente
Por su parte, Gotlib prevé hacer un seguimiento de los participantes de su estudio hasta el final de su adolescencia e inicios de su juventud para ver si la pandemia afecta a su desarrollo cerebral a largo plazo.
También realizará un seguimiento de la salud mental de estos jóvenes y se analizará si hay diferencias cerebrales entre los que pasaron la covid y los que no.
La salud mental de los jóvenes: la importancia de prevenir y tratar
Es importante seguir estudiando el cerebro adolescente, así como invertir en políticas de salud mental pública para prevenir e identificar a tiempo problemas de salud mental.
En cuanto al tratamiento, es importante que este sea multidisciplinar, que involucre también a las familias de los adolescentes y que tenga en cuenta las circunstancias personales de cada jóven.
Fotos (Unsplash)