Con el curso escolar a punto de finalizar, la ONG Educo ha querido alertar del riesgo de desamparo y soledad que vivirán más de medio millón de niños de entre seis y 13 años, que tendrán que quedarse solos en casa debido a las interminables jornadas de trabajo de sus padres.
En su informe “Nativos de la crisis: los niños de la llave”, Educo explica la precaria situación que viven en España ocho de cada diez familias pobres, que al no percibir ningún tipo de ayuda económica no tienen quien pueda ocuparse de sus hijos mientras trabajan.
Los niños de la llave
Son niños de entre seis y 13 años que pasan las tardes solos en casa o el día entero cuando llega el verano. Niños que desayunan, comen e incluso cenan solos. Que no tienen quien les espere a la salida del colegio, ni nadie que se ocupe de ellos al llegar a casa. Niños a los que nadie irá a ver actuar en la función de fin curso.
Y no porque sus padres no quieran sino porque la situación económica de la familia es tan precaria, que se ven obligados a trabajar en jornadas interminables para poder salir adelante, sin ningún tipo de ayuda económica, familiar o social.
Más de dos millones y medio de personas trabajadoras en España son pobres, lo que supondría un 14 por ciento de la población asalariada; el porcentaje más alto de todos los países de la zona euro.
Según el informe de Educo, el 77 por ciento de los hogares de trabajadores pobres no percibieron ningún tipo de ayuda económica durante el 2016. Esto hace que los padres no puedan apuntar a sus hijos a actividades extraescolares o a campamentos de verano que les puedan mantener ocupados durante más tiempo y controlados por adultos.
La directora de Educación y Acción Social de Educo, Clarisa Giamello, advierte que estas cifras van en aumento y que hay dos indicadores claros que detectan este perfil de niños:
Por un lado, las llamadas telefónicas de los directores de las escuelas a los servicios sociales de los ayuntamientos, cuando se dan cuenta de que algunos niños no tienen quien vaya a buscarles a la salida del colegio.
Otro claro indicador serían las propias llaves de la vivienda, que muchos niños llevan incluso colgadas al cuello para evitar que se pierdan.
El peligro de quedarse solos en casa
Seguro que en alguna ocasión los padres nos hemos preguntado a qué edad pueden nuestros hijos quedarse solos en casa.
En el informe de Educo, Javier Urra, Defensor del Menor entre 1996 y 2001, explica que “dejar a un menor solo supone mucho riesgo, ya que son niños y no pueden responder ante situaciones difíciles como lo haría un adulto”.
La ONG advierte de los peligros a los que se enfrentan estos niños al quedarse solos en casa sin ningún tipo de atención ni cuidado:
Pasan buena parte del tiempo frente a la televisión, expuestos a todo tipo de programación y publicidad sin filtros
Los niños no pueden contar a nadie sus problemas o preocupaciones. Al no haber un adulto a su cargo, pierden la necesidad de comunicar algo importante para ellos en un momento dado
Pero la situación se complica especialmente entre los 11 y los 12 años, coincidiendo con el paso a la ESO:
A lo problemas emocionales derivados del aislamiento y la soledad, se unen otros potenciales peligros como el alcohol y las drogas
Además, uno de cada cinco adolescentes de 15 años se convierte en ?usuario extremo? de Internet, sin ningún tipo de filtro ni vigilancia adulta
Con el paso al instituto, los niños dejan de comer en el comedor escolar y pasan a ser responsables de su alimentación. Los médicos alertan que esto supone un importante riesgo para la salud de los menores, ya que consumen comidas muy calóricas que además de ser más baratas están fácilmente al alcance de sus manos
La soledad de los niños se acrecienta en verano
Pero es con la llegada del verano cuando esta situación se acrecienta aún más entre los niños de familias con bajos recursos, pues se da la particularidad de que la mayoría de los ingresos familiares proceden de trabajos de alta temporalidad de la época estival.
Según el informe, la llegada del verano se traduce en dos problemas principales para los niños:
- Por un lado, las vacaciones escolares obligan a los menores a estar en casa todo el día mientras sus padres trabajan. Al no haber recursos económicos, las familias no pueden pagar campamentos de verano, excursiones o actividades lúdicas.
- Por otro lado, y no menos importante, estaría el tema de las vacaciones familiares. Educo advierte en su informe que el 58 por ciento de las familias pobres y trabajadoras con hijos de entre tres y 16 años, no se pudieron ir de vacaciones el verano pasado al menos una semana.
El no poder disfrutar de tiempo libre con la familia fuera de casa es considerado por el Instituto Nacional de Estadísticas de España como uno de los indicadores más importantes de “carencia material severa”. Pero también es un indicador crucial para observar el riesgo de pobreza y exclusión social tanto en España como en Europa.
El programa de becas comedor de verano
Por todo esto, y a pocas semanas de que el curso escolar acabe, Educa ha lanzado el programa de becas comedor verano, que tiene como objetivo atender a las familias de España con dificultades económicas, ofreciendo a los niños una comida completa al día y actividades lúdicas y deportivas durante los meses de verano.
Porque ningún menor debería permanecer solo, ni durante las tardes del curso escolar ni durante las vacaciones de verano.
Fotos | iStock
Vía | Informe ONG Educo "Nativos de la crisis: los niños de la llave"
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