Es un enigma de lo más curioso, y que ha intrigado a los amantes de los felinos durante siglos: ¿cómo consiguen los gatos regresar a su hogar incluso después de haberse alejado considerablemente?
Aunque algunas historias parecen casi míticas, la ciencia ha empezado a desentrañar los mecanismos detrás de esta asombrosa habilidad. ¿Qué razones lo explican?
La sensibilidad al campo magnético terrestre
Una de las teorías más fascinantes sugiere que los gatos tienen una sensibilidad innata al campo magnético de la Tierra. Esta capacidad, conocida como magnetorrecepción, ha sido documentada en diversas especies, incluyendo aves migratorias y tortugas marinas.
Estudios experimentales han demostrado que diversos animales pueden percibir el campo magnético terrestre y utilizarlo como estímulo de orientación durante sus migraciones o desplazamientos dentro de sus hábitats.
Y aunque la investigación específica en gatos es limitada, se ha observado que algunos mamíferos terrestres, como los lobos, utilizan el campo magnético para orientarse (como una brújula natural). Dado que los gatos comparten ciertas características depredadoras y territoriales con estos animales, es plausible que también posean una forma de magnetorrecepción que les ayude a navegar su entorno.
Mapa olfativo y familiaridad con el entorno
Además de una posible brújula interna, los gatos cuentan con un sentido del olfato altamente desarrollado. Liberan feromonas, sustancias químicas que les permiten marcar su territorio y crear un "mapa olfativo" de su entorno. Estas señales olfativas son fundamentales para que los gatos reconozcan su territorio y se orienten dentro de él.
Por ejemplo, cuando un gato frota su cabeza contra un mueble o una persona, está depositando feromonas que le ayudarán a identificar ese objeto o individuo en el futuro. Este comportamiento refuerza su familiaridad con el entorno y facilita su capacidad para regresar a lugares conocidos.
Una buena memoria espacial
La memoria espacial es otra pieza clave en el rompecabezas de la orientación felina. Los gatos tienen una notable capacidad para recordar la ubicación de objetos y lugares en su territorio. Esta habilidad les permite desplazarse eficientemente y encontrar rutas de regreso a casa.
Un estudio publicado en la revista Applied Animal Behaviour Science en 2008 demostró que los gatos tienen una buena memoria especial. Concretamente, el estudio mostró que pueden recordar de qué tazas ya habían comido en una tabla que contenía muchas tazas medio escondidas. Sin embargo, los gatos mayores cometieron más errores que los más jóvenes, lo que sugiere que la memoria felina disminuye con la edad.
Por otro lado, estudios indican que los gatos tienen memoria a corto y largo plazo, como los perros y los humanos, y la memoria de un gato puede funcionar de manera parecida a los humanos o perros, ya que utilizan experiencias pasadas para recordar cosas. Esto también les podría ayudar en su orientación.
Los gatos, cerca de casa
Como curiosidad, los gatos domésticos se alejan muy poco de casa, y así lo revelan algunas investigaciones, que han proporcionado datos valiosos sobre los patrones de movimiento de los gatos domésticos.
Un estudio realizado por científicos de la Universidad de Noruega de Ciencias de la Vida (NMBU) y publicado en la revista Nature equipó a 92 gatos con dispositivos GPS para rastrear sus movimientos.
Los resultados mostraron que, en promedio, los gatos pasan el 79% de su tiempo al aire libre a menos de 50 metros de su hogar.
Foto | Portada (Freepik)