Lamentablemente, vemos con frecuencia noticias de niños encerrados dentro de un coche expuesto a altas temperaturas, en ocasiones con final trágico. Por suerte, este no ha sido el caso de un bebé de dos meses al que su madre había dejado en el interior de un coche aparcado al sol en la calle Serrano de Madrid con una temperatura de 37 grados.
Sucedió sobre las 17 horas de ayer, cuando un señor angustiado avisó a los Agentes de Movilidad de Madrid que había visto a un bebé en el interior de un coche, una situación que ponía en riesgo la vida del pequeño debido al calor que está haciendo en la capital.
Los agentes se acercaron al vehículo, vieron al niño dentro y no dudaron en romper la ventanilla con una barra de hierro que les dio un camionero que estaba en el lugar.
Pasaron apenas cinco minutos desde que recibieron el aviso hasta que rescataron al pequeño lleno de sudor por el calor que estaba haciendo. En ese momento llegó la madre muy nerviosa, quien dijo que se había ido solo un momento.
Pero ni cinco minutos, ni tres, ni uno: jamás dejes a un bebé solo dentro de un coche. Y mucho menos bajo el sol y expuesto a altas temperaturas. La temperatura de un vehículo cerrado y al sol se eleva aproximadamente siete grados cada cinco minutos, y en media hora se duplica.
Además, los niños son especialmente vulnerables dado que su temperatura corporal aumenta de tres a cinco veces más rápido que en el adulto, provocando un golpe de calor y una hipertermia, un trastorno grave que puede ocurrir en menos de 20 minutos y que causa la muerte en menos de dos horas.
Vía | Telemadrid
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