En las últimas semanas hemos sufrido olas de calor extremo que han superado los 45 grados en algunas zonas de España. Con estas temperaturas, el aire acondicionado (para quien lo tiene) se convierte en un aliado indispensable para combatir el calor, pero sin dejar de pensar en el gasto de consumo eléctrico, por lo que a veces cometemos errores como encender el aparato a ratos, una solución que ni refresca ni ahorra.
Una de las dudas más frecuentes es si conviene más mantener el aire acondicionado encendido al mínimo durante todo el día o apagarlo y encenderlo según sea necesario.
Aunque muchas personas encienden el aparato de aire cuando hace calor y lo apagan al lograr la temperatura deseada, lo cierto es que esto supone un mayor consumo de energía ya que cada encendido conlleva a que el aparato tenga que reanudar su funcionamiento, según explican expertos en climatización y eficiencia energética de Mitsubishi Electric.
Lo óptimo para conseguir un mayor ahorro es dejar encendido el aire acondicionado con la temperatura mínima y modo eco o más eficiente para así mantener una temperatura constante mientras que el aparato trabaja a una menor potencia.
¿Y por la noche, dejo encendido el aire acondicionado para dormir?
Según la Fundación Nacional del Sueño de Estados Unidos, la temperatura ideal para dormir oscila entre los 15,5 ºC y los 21 ºC. Por lo tanto, a medida que aumenta la temperatura ambiente, la duración de los ciclos del sueño se acorta. Esta falta de sueño no solo tiene consecuencias físicas, sino que también genera una sensación de agobio, nerviosismo, ahogo o dificultad a la hora de respirar.
A pesar de que muchas personas consideran que es contraproducente usarlo de noche, para lograr un sueño placentero durante la temporada de calor extremo, el aire acondicionado se convierte en el perfecto aliado. No obstante, es necesario tener en cuenta que la temperatura se encuentre entre los 22 y 25 grados. Hay algunos modelos cuentan con funciones específicas para la noche, como el modo nocturno, que ajusta automáticamente la temperatura para un sueño más confortable.