A menudo nos alegramos con noticias tan sorprendentes como la de Melinda, una bebé nacida con 270 gramos que ha logrado salir adelante. Sin duda, es el mejor regalo de Navidad para sus padres, quienes podrán llevarse a casa a su pequeña en los próximos días.
Melinda nació a las 24 semanas de gestación por un problema de hipertensión de la madre, una complicación del embarazo relacionada con los partos prematuros. Hay bebés prematuros nacidos con menos semanas, pero desde luego lo más preocupante era el bajo peso de la niña: apenas 270 gramos.
Un problema con la placenta, el órgano que nutre al feto durante su desarrollo, impidió que la niña creciera como debiera, obligándola a nacer por cesárea con un peso por debajo de lo esperado para su edad gestacional.
Casi ningún niño con ese peso sobrevive y las esperanzas eran prácticamente nulas, pero la evolución ha sido tan positiva que los médicos lo consideran un milagro.
La niña nació el verano pasado y pasó todos estos meses en la unidad de cuidados intensivos neonatales en un hospital de Los Angeles. Ha pasado momentos críticos, pero el peor ha sido una cirugía a la que ha debido someterse para cerrar una arteria que, por lo general, se cierra después del nacimiento. Una prueba más que ha logrado superar.
Es el tercer bebé más pequeño del mundo que logra sobrevivir a los primeros meses de vida, y aunque aún es pronto para saberlo, es probable que queden secuelas de su prematuridad como ceguera, sordera o retraso.
Han sido unos meses muy duros para Melinda y para sus padres, pero afortunadamente la bebé nacida con 270 gramos ha logrado salir adelante y la historia ha tenido un final feliz.
Vía | Telecinco
Foto | La Razón
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