Los padres de prematuros, bebés que llegaron al mundo antes de tiempo cuando nadie se lo esperaba, saben lo difíciles que son esos primeros días tras el nacimiento. Son momentos de miedo, incertidumbre y cada día que pasa es un gran logro. Tu pequeño lo está consiguiendo.
Hoy queremos compartir la historia de Bri Mahon, madre de Banks y Brooks, dos bebés prematuros extremos que nacieron inesperadamente en septiembre con 23 semanas de gestación. "Este camino es inimaginablemente difícil", comentaba la madre en su perfil de Instagram tras el nacimiento.
Ambos fueron ingresados en la UCI neonatal, con muchos altibajos diarios, que si ya con uno es duro, con dos bebés todos esos sentimientos se multiplican. Ella lo describe como "la montaña rusa de la UCIN".
"Estamos dando pequeños pasos literales todos los días y haciendo todo lo posible para ser los padres más fuertes y presentes para nuestros hijos", expresaba Bri.
Afortunadamente, los bebés han ido evolucionado bien y 27 días después del nacimiento, la madre pudo por fin abrazar por primera vez a uno de sus bebés, Banks.
Fueron dos horas y media que la madre pudo tener a su bebé sobre su pecho, haciendo contacto piel con piel, acariciándolo y con su pequeña mano agarrando su dedo. Pero para ella pasó tan rápido que parecieron cinco minutos en los que estuvo en una nube.
En el siguiente vídeo podemos ver ese emotivo momento de unión y conexión entre la madre y su bebé. La primera vez que se sienten tan cerca después del parto. Un instante imposible de explicar con palabras. Se lo ve tan pequeñito y frágil, pero en el mejor lugar en el que puede estar, donde pertenece: su madre.
Tres días después, pudo abrazar a su otro bebé, Brooks, con menos de un kilo de peso.
"Cualquier mamá de la UCIN que sostiene a su bebé por primera vez sabe que es la mejor sensación del mundo".
A los 67 días pudo tener por fin a sus dos bebés juntos a la vez. Su cara de felicidad lo dice todo, y lo expresaba así:
"Sostener a los niños por primera vez realmente me hizo sentir como una madre de gemelos. Me golpeó de la manera más grande, una gran ola de emoción, finalmente juntos. Verlos juntos, en mis brazos, donde pertenecen, fue alegre, asombroso y emotivo. Es la primera vez que se tocan desde que nacieron".
Los pequeños llevan más de setenta días en la UCI y sus padres ya están preparándolo todo para poder llevárselos a casa algún día, esperemos que no muy lejano.