Se ha publicado un vídeo en Twitter de algo que debemos evitar a toda costa. En el vídeo se muestra a un adulto, desde un barco, lanzando al agua a una niña pequeña con dos manguitos.
Al caer en el agua, automáticamente los manguitos se le deslizan por los brazos y se le salen, dejándola sin nada. Esto es un error, y muy peligroso. El vídeo ha sido compartido, entre otros, por Alberto García-Salido, intensivista pediátrico, quien critica duramente esta práctica, y con razón. Puedes ver el vídeo a continuación:
Además de que lo que se muestra en el vídeo resulta peligroso, hacer esto con los niños puede generarles un gran impacto emocional que les haga perder la confianza en el adulto e incluso, desarrollar fobia a nadar o al agua en general.
Ni manguitos ni flotadores en el agua
En realidad, no debemos usar nunca manguitos con los niños. No solo porque pueden salirse o pincharse fácilmente, sino también porque limitan el movimiento de los brazos y el niño no puede desplazarse con ellos.
Además, cuando están sin ellos, no saben muy bien cómo mover los brazos para flotar y desplazarse, por lo que tampoco es una buena opción para aprender a nadar.
Por otro lado, los flotadores también son peligrosos por una cuestión de confianza; los padres los reconocen como fiables, les hace sentir seguros y eso mismo es lo que los hace peligrosos.
Si usamos alternativas como "churros", chalecos, cinturones de corcho u otros accesorios similares (los cuales pueden ser útiles para enseñar a los niños a flotar y comenzar a nadar), siempre se deben utilizar con un adulto cerca que supervise.
Consejos para mejorar la seguridad de los niños en el agua
Si quieres más información sobre cómo introducir al agua a los niños, cómo enseñarles a nadar y qué debemos evitar, no te pierdas nuestros artículos donde profundizamos sobre ésta y otras cuestiones relacionadas con la piscina, el mar o la playa:
- En la piscina y en la playa, ni manguitos ni flotadores
- Los 13 errores más frecuentes que cometemos los padres cuando vamos con los niños a la piscina o la playa
En definitiva, prácticas como la del vídeo no se deben normalizar, y jamás hacer. Está en juego la seguridad de los niños, y además, y como decíamos, pueden generarles fobias o miedos.
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