Tomar la decisión de divorciarse no es algo que resulte fácil para ninguna pareja, pero cuando también hay hijos de por medio, es importante saber cómo actuar para intentar que no les afecte demasiado y podamos apoyarles en este difícil proceso.
Como hija de padres divorciados, y ahora madre divorciada, he estado en ambos lugares y por eso hoy me gustaría hablar de lo que viví durante su separación y evitar algunas actitudes que tuvieron mis padres y que como mamá divorciada no quisiera repetir.
Creo que es certero decir que una separación o divorcio no está nunca en los planes de nadie cuando se comienza una relación o un matrimonio. Pero bueno, la vida da muchas vueltas y en ocasiones aunque intentemos hacer funcionar las cosas, lo mejor es que cada quien tome su camino.
Hace algunas semanas contaba aquí mismo un poco acerca de mi experiencia como mamá divorciada, de cómo llegué a tomar esa complicada decisión y de los retos a lo que me enfrenté tras la separación.
Aunque al inicio las cosas no fueron fáciles, poco a poco he ido adaptándome a mi nueva vida donde solo somos mi hija y yo en casa. Como cualquier divorcio, ha habido momentos complicados, pero es importante tener siempre presente que en cualquier separación, los hijos son lo más importante.
Mi experiencia como hija de padres divorciados
Cuando mis padres se separaron, me tocó estar en ese lugar, y aunque seguramente cada experiencia y cada caso son únicos y distintos, en mi situación personal, era muy doloroso para mí como hija ver ciertas actitudes o comportamientos por parte de ellos.
Antes de continuar con algunos ejemplos de acciones o sucesos que no me gustaría repetir con mi hija, quiero aclarar que tengo muy buena relación con mi madre y mi padre por separado, y no les guardo ningún rencor o cualquier sentimiento similar.
Creo que nadie nace sabiendo ser padre y todos vamos aprendiendo grandes lecciones sobre la práctica. En el caso de mis padres y su divorcio, considero que ellos hicieron lo mejor que pudieron con el conocimiento y las herramientas que en ese entonces tenían en sus manos.
Dicho esto, comparto algunas cosas que como hija me hubiera gustado que fueran distintas, no sólo para recordarme a mí misma no repetirlas, sino para que si hay alguien más que esté pasando por una separación, conozca el punto de vista de alguien cuyos padres se divorciaron, así como esos errores que quizás cometemos sin darnos cuenta.
Actitudes que mis padres tenían al separarse y que no quisiera repetir
Algunas de las cosas que mis padres hicieron, seguramente sin la intención de que mi hermana y yo lo pasáramos mal, pero que de igual forma nos causaban tristeza y dolor, fueron las siguientes:
Expresar todo lo que sentían, especialmente lo negativo. Si bien es sano que nuestros hijos vean cómo expresamos y gestionamos nuestras emociones para que ellos también aprendan, debemos ser cuidadosos al momento de expresar sentimientos negativos. Para nosotros como adultos es fácil entender que alguien esté molesto y desee desahogarse, pero para un niño es difícil comprenderlo y podría llevarse una impresión errónea.
Pasar la culpa o coraje a los hijos. Esto está un poco relacionado con el punto anterior, pues si pasamos el límite y no manejamos bien nuestras emociones, podemos transmitirle esos sentimientos a los hijos, haciendo que ellos se sientan mal o culpables, cuando no son responsables de lo que haya pasado entre los padres.
Hablar mal de la ex pareja. Esto es algo que desafortunadamente es muy común en las separaciones y procesos de divorcio, pero que debemos evitar a toda costa, evitando interferir de este modo en la relación que tengan los hijos con nuestra ex pareja.
Muchas veces esto se hace con la intención de manipular la creencia u opinión de los hijos acerca del otro progenitor, algo que también se conoce como alienación parental. Para mí es un punto muy importante y que he procurado cumplir siempre pues lo que haya pasado entre el padre de mi hija y yo, no debe interferir en su relación con él. En su momento ella conocerá o sabrá cómo o por qué sucedieron las cosas, en caso de ser necesario.
Desde luego que un divorcio es un proceso difícil, pero no olvidemos que nuestros hijos están presentes y que ellos siempre nos están escuchando. En años anteriores quizás no era fácil encontrar información sobre cómo llevar el tema del divorcio cuando hay hijos de por medio, pero ahora es más sencillo orientarse y saber cómo afecta el divorcio a los hijos y lo que podemos hacer o no los padres para llevarlo mejor con ellos.
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